Rivero aleja los rumores: «Estaré en mi facultad y en ningún otro sitio»

El dimisionario rector de la Universidad de Salamanca quiso explicar los motivos reales de su decisión y aseguró que la decisión era sopesada y meditada desde hace meses, «solo me faltaba decidir el momento en el que anunciarlo, y creo que ya ha llegado. Me tienen ustedes ya muy visto, y aunque creo que sigo tienen la misma energía que cuando llegué, es bueno que entre aire fresco en al USAL».

Rivero reiteró que regresará a su puesto de catedrático de Derecho Administrativo «y ante la rumorología y las especulaciones respecto a mi decisión quiero decir que todo el mundo podrá verme mañana y el año que viene en mi despacho, dando mis clases y escribiendo mis libros. Guarden esta información para comprobar dentro de un año que mi situación es la que digo ahora», sentenció, afirmando para cerrar su intervención que «todos me verán en la facultad y en ningún otro sitio», intentando desmentir algunos rumores sobre un posible «coqueteo» con el mundo de la política.

A preguntas de los periodistas, Rivero insistió en sus argumentos para dejar el rectorado. «Se trata de la confluencia de varias situaciones. Es el momento en el que se ha renovado el Claustro, en Consejo de Gobierno y hay que decidir cuándo y cómo se reforman sus estatutos y se toman importante decisiones debido a la LOSU. Pero algo es evidente, que nuestro mandato se agotaría en plena elaboración de los nuevos estatutos, y quien tiene que liderar eso es quien vaya asumir la gestión de la Universidad en el futuro. Y en segundo lugar, saben que yo tengo una opinión muy crítica sobre la reforma, lo que me hace no ser neutral respecto a la adaptación estatutaria», afirmó tajante Rivero.

Además, insistió en que hay «un nuevo Consejo de Gobierno, nuevo Claustro, un nuevo plan estratégico en marcha, pero también es un momento de cambio en la Universidad en el que hay que tomar decisiones muy importantes, no para dos años, sino para los 10 o 15 próximos años. Y quien lo vaya a hacer tiene que contar con todo el respaldo de la comunidad universitaria y todo la legitimidad a la hora de presentar un proyecto, con el que la comunidad universitaria decida cuál quiere que sea su futuro».

Rivero reiteró que aspectos como la reforma estatutaria de la Universidad que propone la LOSU no «es algo que debe hacerlo quien se está yendo -Rivero no podría presentarse a un nuevo mandato-, sino quien está llegando. Y he hablado de los estatutos, pero también hay que hacer una nueva relación de puestos de trabajo…, todos estos aspectos son muy importantes para el futuro de la Universidad».

Además, señaló que él ya estaba muy visto y que era bueno que entrasen caras nuevas e ideas nuevas en la Universidad. «La vicerrectora Rodríguez Conde, que asumirá las funciones rectorales tras mi dimisión, tiene unos plazos legales para convocar las elecciones, -30 días-, algo que yo quiero que se haga cuanto antes. Sería bueno que antes de meternos en exámenes ya tuviésemos un nuevo gobierno que asuma sus funciones y pueda preparar el nuevo curso académico, e ir desarrollando el nuevo plan estratégico, la reforma estatutaria», concluyó

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