El municipio próximo a Salamanca que conserva la pureza de la vida en el pueblo
Los vecinos de San Morales reivindican las carencias de la localidad de cara a las próximas elecciones municipales
A tan sólo 13 kilómetros de Salamanca hay un pueblo en el que hasta hace pocos meses no había fibra óptica, donde el panadero cada día anuncia su llegada con la bocina de su furgoneta y los vecinos acuden a la plaza para recoger el pan y donde todavía se tiende la ropa en las calles. Aún así, ha aumentado en trece los habitantes respecto a 2021 y recupera por tanto, los que perdió en 2020. De hecho, en los últimos veinte años, San Morales ha ganado casi cien vecinos. Un combate contra la despoblación que parecen ganar a pesar de las carencias que demandan en algunos servicios y los cambios que les gustaría asumir de cara a las próximas elecciones.
Está a poco menos de veinte minutos de la capital salmantina y, sin embargo, tan sólo tienen tres frecuencias de autobuses diarias. Tras haber retirado el único autobús de por la tarde, los sanmoraleños lamentan esa falta de transporte y es uno de los deseos generalizados entre los vecinos. «El no tener autobús nos hace más dependientes del coche. Mis amigos me preguntan que cada cuánto tengo buses, y me hace gracia porque sólo hay tres», comenta uno de los jóvenes de la localidad obligado a coger su vehículo personal para poder llegar a la capital.
Obligados también están los padres de los niños con edad escolar que viven en San Morales a llevarles al colegio a Cabrerizos puesto que la escuela del municipio está cerrada a pesar de que se creó nueva para dar este servicio. «Es curioso que tan sólo dos años después la cerraran», comenta uno de los vecinos. Más curioso es que, como aseguran, «hay niños más que suficientes para dar ese servicio». Por el momento, los niños van en autobús hasta el centro escolar más cercano y ese edificio tiene usos esporádicos. «Se usó como espacio para acoger ucranianos cuando llegaron refugiados, y luego en verano se usa para alguna actividad», explican.
También ha sido la conexión a internet un tema de conflicto en el municipio. Hasta hace pocos meses, no tenían fibra óptica y aquellos vecinos que querían acceder a la conexión tenían que hacerlo o bien a través de datos móviles, o por satélite -mucho más caro y lento-.
A por el pan a la plaza
A las 11:00 horas, cada día, los vecinos de San Morales esperan a que llegue el panadero. En algunos casos, va hasta la puerta de las casas y los vecinos, llamados por la bocina de la furgoneta, salen a la calle a recoger su pedido diario: «lo de siempre». Una de las paradas fijas es la plaza del pueblo donde se reúnen los vecinos a hacerse con su barra de pan. No es sólo un intercambio, sino que es también el punto de encuentro para ponerse al día. Después de tantos años, los vecinos pasan de conocidos a amigos en muchos casos y la recogida del pan es también la cita del desahogo.
Ahora, los clientes son los habituales pero en verano los pedidos se multiplican. «En cuanto a los niños les dan las vacaciones de verano, se nota un montón», comenta el panadero mientras rescata una barra de pan «de picos, poco cocida, como siempre». Para aquellos que no puedan salir en busca del pan, también hay solución: una bolsa de tela amarrada a la puerta de la entrada de casa para que el panadero deje la pieza si no le pueden atender.
El polémico y desconocido candidato que se presenta a las elecciones
La esencia del pueblo es esa: tranquilidad, cercanía y seguridad. Aunque todos los vecinos coinciden en lo bien que se vive en su pueblo, también todos tienen algo que decir sobre lo que le falta y lo que le pedirían al próximo alcalde. Sobre todo, una de las peticiones que comparten entre todos los sanmoraleños es que aquel que lleve el Ayuntamiento «tiene que saber lo que pasa en el pueblo». Por ello, les extraña que formen parte de las listas personas que nada tienen que ver con el municipio: «¿Javier Iglesias?¿ese quién es?». Esa es la pregunta más repetida.
El actual presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, está como número dos en la lista de los populares al Ayuntamiento de San Morales. Primero concurrió por Ciudad Rodrigo, después por Beleña, luego por Salamanca capital y finalmente, lo intentará en este municipio. «Si no le han querido en ningún sitio, ahora que no venga aquí», espeta una de las vecinas. «No necesitamos intrusos», comenta uno de los vecinos que asegura no haberle visto jamás por el municipio. Una opinión extendida en la localidad a tenor de lo que comentan entre los vecinos: «No necesitamos que venga nadie de fuera a marimandarnos».
Coinciden en lo que no quieren pero también en lo que quieren: que se trabaje para el pueblo para que las carencias se solventes y las ventajas se potencien.