La contraofensiva de Ucrania saca a Rusia de Járkov y la obliga a retroceder hacia su frontera
La inteligencia militar británica asegura que el ataque en el Donbás «ha perdido fuerza» y no registra grandes «avances»
helena rodríguez
Martes, 17 de mayo 2022, 00:09
El secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, decía este pasado domingo que «Ucrania puede ganar esta guerra». Quizás sea demasiado optimista tal afirmación pero dado que la OTAN dispone de información privilegiada y vistos los resultados sobre el terreno, nada es descartable a poco más de dos semanas de que se cumplan los 100 días desde el inicio de la invasión. Hay incluso analistas que aventuran que si Rusia no dispusiera de poder atómico ya tendría la contienda perdida. Se basan en la retirada de Járkov o en acontecimientos que han tenido lugar a orillas del río Seversky Donets en la región de Luhansk, donde Moscú habría perdido dos batallones y más de 70 tanques. Además, Kiev asegura que sus efectivos están haciendo retroceder a los invasores hacia sus fronteras en algunos puntos del Donbás.
Cuando el 24 de febrero las tropas rusas invadieron Ucrania todo indicaba que la operación iba a ser rápida e inevitablemente negativa para Ucrania. Llegaban interminables columnas de blindados, la capital del país enseguida quedó rodeada y localidades como Járkov, Chernígov o Jérson fueron fuertemente atacadas. Sin embargo, el avance enseguida dio señales de estancarse y el mundo comenzó a asistir a una interminable lista de noticias que dejaban en evidencia que la superioridad del invasor no se reflejaba en el campo de batalla.
LA CLAVE:
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Concepto. Una emboscada a las tropas rusas en el cruce del río Seversky habría dejado grandes pérdidas
El azote de los drones sobre las columnas de blindados ha dejado cientos de estos vehículos inutilizados, las armas enviadas por occidente han plantado batalla ante los quizás sobrevalorados efectivos rusos, que se han dejado además un buen número de altos mandos y soldados de la tropa por el camino. El último balance que han hecho público las autoridades ucranianas habla de 27.200 bajas y los servicios de inteligencia británicos calculan que un tercio de las fuerzas rusas sobre el terreno (entre 100.000 y 150.000) han muerto.
A finales de marzo, el presidente Vladimir Putin anunciaba que su Ejército concentraría sus esfuerzos en «liberar la región del Donbás. La macroofensiva esperada para celebrar el Día de la Victoria no dejó avances notables y, pese a los contínuos bombardeos, los soldados ucranianos atrincherados en la acería Azovstal de Mariúpol siguen plantando batalla.
Por detrás de los plazos
«A pesar de los avances iniciales a pequeña escala, Rusia ha sido incapaz de lograr importantes ganancias territoriales durante el último mes», asegura la inteligencia militar británica que no tiene dudas: «La ofensiva ha perdido fuerza y transcurre muy por detrás de los plazos marcados». No es que la contraofensiva de Ucrania sea aplastante, pero sí lo suficientemente enérgica como para hacer retroceder al enemigo. Prueba de ello es lo ocurrido en la última semana a orillas del río Seversky-Donets en la región de Luhansk. Allí, los defensores habrían volado varios puentes sobre cauce para entorpecer el avance enemigo desde Kremlinna hacía Járkov. Los rusos se vieron obligados a colocar estructuras especiales sobre el agua para seguir su camino, una operación que llevó más tiempo del previsto y causó una concentración elevadad de efectivos militares en una de las márgenes del río. Una vez instalados los 'pontones' algunos lograron cruzar, pero el resto cayeron una emboscada que desató una batalla que, según el Ministerio de Defensa de Kiev, ha durado varios días.
Un informe del Instituto para los Estudios de Guerra de Estados Unidos cifra las pérdidas del bando enviado por el Kremlin en 485 soldados muertos y 80 equipos dañados. Este grupo de expertos analistas asegura que las fuerzas de Moscú «cometieron importantes errores tácticos». Otros medios aseguran que Rusia habría perdido allí dos batallones, lo que supondría, en el peor de los escenarios, hasta 2.000 bajas entre fallecidos, heridos y prisioneros.
Las imágenes por satélite de la compañía de inteligencia BlackSky muestran los efectos del enfrentamiento. En pleno cauce pueden verse varias torretas y cañones sobresaliendo del agua y la carretera de una de las orillas aparece plagada de un rosario de tanques y otros transportes totalmente destrozados. Algunos medios hablan de que muchos soldados rusos optaron por salir corriendo y abandonar todo el armamento y los suministros. El éxito de la refriega ha sido confirmado por la agencia Reuters que asegura que «Ucrania ahora controla grandes extensiones de tierra alrededor del río después de intensos combates».
EN SU CONTEXTO:
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485 soldados rusos habrían muerto durante una batalla en las orillas del río Seversky en la región de Luhansk. Algunas fuentes apuntan a que el Ejército invasor habría perdido dos batallones, entre fallecidos, heridos y prisioneros.
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80 tanques perdidos en una sola batalla. La lucha que se desarrolló a lo largo de la semana pasada en el cruce de este río causó enormes pérdidas materiales a las fuerzas rusas. Según analistas internaciones hasta 80 tanques fueron destruidos, así como varias decenas de vehículos de transporte y abastecimiento. Según Kiev, las tropas ucranianas habrían destruidos o capturado 4.000 tanques y blindados enemigos.
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27.200 es la última cifra de bajas rusas que ha facilitado el Gobierno de Ucrania. Sin embargo, algunos analistas, incluso rusos, suben la cifra de muertos hasta los 30.000. La inteligencia británica, por su parte, calcula que un tercio de los efectivos enviados por Moscú a territorio ucraniano -entre 100.000 y 150.000- ha muerto.
Ucrania no ha dejado pasar la oportunidad de hacer propaganda de la victoria. «Los rusos se bañaron en el río Seversky-Donets, y algunos fueron quemados por el sol de mayo», proclamó el Ministerio de Defensa en sus redes sociales. Rusia, por su parte, asegura que fue su ejército el que voló los puentes originales para impedir el abastecimiento de las tropas ucranianas.
Primeras críticas
La retirada de algunos puntos del Donbás confirma que la marcha en ese punto del frente no marcha como debería, un hecho que ya se comenta entre los prorrusos. El Instituto para los Estudios de Guerra estadounidense asegura que distintos canales de Telegram favorables a Moscú (con aproximadamente 300.000 seguidores) critican al Estado Mayor General ruso «por no aprender de los errores de combate anteriores» así como la lentitud de las operaciones ofensivas. Unos problemas que atribuyen «en parte a un reconocimiento aéreo ineficaz y a los efectos negativos de la mala moral dentro del Ejército de Rusia».
La derrota en el Seversky supone un mazazo y ha servido de preludio a la salida de las tropas rusas de Járkov, la segunda mayor ciudad de Ucrania tras Kiev. La renuncia a tomarla obedece, según el Instituto para el Estudio de la Guerra, tanto a la contraofensiva ucraniana como la limitada capacidad de recibir refuerzos de Moscú. «Las fuerzas ucranianas han impedido que las rusas la cerquen y la tomen. Después, las expulsaron de los alrededores de la ciudad como ya hicieron cuando los rusos intentaron conquistar Kiev», argumentan.