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Enrique Martín del Amo en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca junto a alguna de sus piezas. Álex López
Arte Emergente en Salamanca

Un artista en movimiento y la nueva escena artística autogestionada en Salamanca

Enrique Martín del Amo, cacereño y afincado en Salamanca, es uno de los impulsores del espacio Movimiento 71. En su obra combina materiales, experimenta con sonidos y bebe de la estética de internet rave en una obra que fluye entre lo físico y lo digital

M.J. Carmona

Domingo, 25 de mayo 2025, 18:51

Desde que era un niño hiperactivo con déficit de atención, Enrique Martín del Amo (Cáceres, 2004) ha encontrado en el arte una vía de concentración y creación. «Me pasaba horas montando legos sin abrir la boca», recuerda. Esa necesidad de construir, de encajar piezas, lo fue alejando del dibujo tradicional y acercando, poco a poco, a un universo artístico mucho más libre, que encontró su verdadero cauce en la escultura, durante sus estudios de Bellas Artes en Salamanca.

«Al principio estaba un poco perdido, no conseguía conectar del todo con la pintura. Pero al especializarme en escultura descubrí que había otras formas de hacer, más contemporáneas, menos académicas», explica. Desde entonces, su obra se mueve en los márgenes: combina lo digital con lo físico, recicla materiales industriales, juega con el sonido del metal y explora estéticas surgidas en internet o los videojuegos. Su lema: crear por crear.

En actualización

«Prefiero el arte por el arte, sin meterme en conceptos demasiado profundos. A veces me invento situaciones ficticias, como un desalojo de una rave, ya desde ahí dejo que surja lo que tenga que surgir».

Enrique no se detiene en el soporte ni en los materiales. A menudo reutiliza restos encontrados en la basura de la facultad o retales de proyectos anteriores: «Como no tenía dinero para comprar materiales, empecé a hacer mis propios soportes con lo que encontraba. Me interesa salirme de lo clásico y aprovechar lo que hay».

Acumula objetos, piezas metálicas, fragmentos de esculturas desechadas. Les presta atención, los escucha: «Muchos de esos materiales hacen sonidos interesantes. Los grabo, los digitalizo y los manipuladores para crear paisajes sonoros que se acercan a lo musical». De ahí nace su interés por el sonido como performance, por la música como extensión escultórica.

Su proceso es fluido, sin bocetos ni planificación previa. El collage se convierte así en una herramienta ideal: «Da pie a experimentar sin tenerlo todo pensado. Al final, todavía estamos aprendiendo, y el collage me permite encontrarme mientras creo».

Plugandplay, obra de Enrique Martín del Amo y Nenyure Llames Cuesta expuesta en el DA2 en Salamanca. Domus Artium 2002 (DA2)

Junto a Nenyure Llames Cuesta, su pareja, ha creado Plugandplay, obra premiada con Mención de Honor en los XXVIII Premios San Marcos en la categoría de 'Otras manifestaciones'. En ella exploran la convivencia entre cultura mainstream y subcultura underground, combinando imágenes y materiales de ambos mundos. «Extendimos todo sobre una mesa y empezamos a juntar cosas. Nos interesa trabajar de forma intuitiva, sin sobrepensarlo y disfrutando del proceso».

Su obra bebe de muchas fuentes, no solo del arte contemporáneo sino también de colectivos de los 90 como Orphan Drift , que trabajaron con videoarte y performances, o de la CCRU (Unidad de Investigación de Cultura Cibernética), de donde extrae referencias como Mark Fisher o Nick Land. Aunque reconoce que algunas de estas figuras son controvertidas, lo que le interesa es ese enfoque experimental y libre, donde internet y lo especulativo se mezclan con lo sensato.

Movimiento 71: crear comunidad desde abajo

Más allá de su obra individual, Enrique forma parte activa de la comunidad artística emergente en Salamanca. Junto a compañeras de la facultad ha fundado Movimiento 71, un espacio autogestionado que funciona como galería, taller y punto de encuentro para artistas jóvenes. «No hay demasiado apoyo institucional, al menos no lo suficiente, por eso hemos creado nuestro propio espacio. Estamos abiertos a todo tipo de propuestas: exposiciones, vídeos, talleres, fotografía...». La intención es clara: construir una red artística desde el apoyo y lo colaborativo.

Artista en construcción y en movimiento

Enrique Martín del Amo es, en definitiva, un artista en movimiento. Uno que no busca encajar, sino construir a su manera. Que prefiere el error a la perfección académica, el residuo a lo pulido, lo inesperado a lo programado. Uno que hace del caos y el ruido su forma más honesta de comunicar.

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