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Una de las iglesias más antiguas de Salamanca todavía en pie ha recibido un nuevo golpe para aislarla con la rehabilitación de un edificio cercano que deja ya muy poco de lo que fue su entorno. Pese a su importancia, la iglesia, románica y fechada en el siglo XII, está casi totalmente sola en un entorno muy degradado por las sucesivas modificaciones a pesar de la presencia de edificios protegidos.
La situación ha llevado a la asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio a calificar la rehabilitación autorizada por el ayuntamiento como una actuación que «desfigura» el edificio, protegido en el catálogo municipal.
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La aparición de dos nuevas plantas adicionales en lo que fue un restaurante del centro de Salamanca ha causado asombro. El edificio que albergó el antiguo 'Poney Pisador' está siendo rehabilitado y el proyecto aprobado permitía una restitución tipológica, es decir, un derribo y posterior montaje con el mismo aspecto.
Sin embargo, lo que ha resultado es un edificio que, después de 140 años, recibe dos plantas más y cambia sustancialmente su aspecto exterior en un entorno muy delicado. La construcción está frente a la iglesia de San Juan Bautista, fechada en el siglo XII y una de las más valiosas de la ciudad.
Sin novedad. Solo este colectivo ciudadano presentó alegaciones en contra de la modificación del PGOU precisamente porque desfiguraría un edificio catalogado en el entorno de dos BIC.
— Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio SALAMANCA (@ACDPatrimonio) October 27, 2024
Más escándalos vendrán.
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Aunque muy modificada en su exterior, es románica, y corresponde con una de las pirmitivas parroquias tras la repoblación de la ciudad. Ahora mismo está rodeada de un entorno profundamente alterado y este proyecto reciente es el último paso.
«Solo este colectivo ciudadano presentó alegaciones en contra de la modificación del PGOU precisamente porque desfiguraría un edificio catalogado en el entorno de dos BIC», ha recordado ACDP en sus redes sociales sobre las pegas que puso a la actuación aprobada.
La licencia concedida permitía desmontar la fachada original del edificio, del siglo XIX, que había que conservar posteriormente. El interior se podía demoler entero y construir dentro una nueva estructura con la condición de dejar un retranqueo, un espacio entre la fachada y alineaciones originales y la nueva construcción.
Sobre el papel, todo correcto y con permisos, pero el resultado ha sorprendido por lo que supone. La clave, un cambio que se hizo el pasado mayo en el proyecto, ya con el edificio original desmontado, y que se autorizó para elevar de tres cuatro las alturas permitidas.
El proyecto, con expediente abierto desde 2018, pasó de nuevo por comisión municipal con una modificación sustancial. Con fecha 21 de marzo, y concedida ya la licencia de obra, llega un proyecto modificado por parte de la promotora para conseguir un apartamento más, cuatro en vez de tres.
El proyecto original de rehabilitación planteaba un apartamento por planta para un total de tres y destinar la planta baja a locales. La reforma presentada después cambia la distribución de esa planta de acceso, sin modificar la superficie construida, para que sea parte local y parte vivienda.
La licencia permitía agotar toda la edificabilidad y es lo que se ha hecho. Para ello se han levantado dos alturas más por encima de las dos que tenía el edificio derribado; se han mantenido los elementos de la fachada original, pero estas dos nuevas plantas superan la altura que tenía el edificio primigenio y también la altura marcada por el otro cuerpo del edificio, una parte levantada en ladrillo prensado.
Ahora, falta saber cómo se van a hacer los proyectos de restitutición tipológica pendientes en la ciudad, ya que esta técnica de desmontar y volver a levantar se ha usado ya en un edificio a 5 minutos de las Catedrales y se ha planteado al menos para dos construcciones más: un edificio en el extremo final de la calle San Pablo y el caserón de la avenida de Italia.
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Ambos están protegidos en el catálogo municipal y cuentan con licencias y proyectos en marcha. El primero, en la calle San Pablo, se ha retirado piedra a piedra para después volver a levantarlo conservando sus características. El motivo, lo angosto del lugar y que se sabía que había un tramo de muralla.
En cuanto al caserón de la avenida de Italia, la comisión informativa de Fomento y Patrimonio accedió a conceder una licencia para ejecutar un proyecto de restitución tipológica en el número 36 de la avenida de Italia. La actuación consitía en derribar y reconstruir con el mismo aspecto e incluye la construcción de seis viviendas y garaje.
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