Las especiales baldosas de granito negro que harán accesible la Plaza Mayor por sus tres escaleras históricas

Más de 250 años después de su construcción, la Plaza Mayor de Salamanca, monumento nacional y centro de la declaración Patrimonio de la Humanidad, será totalmente accesible gracias a una reforma de sus tres tramos de escaleras. El proyecto contempla el arreglo de las muy deterioradas de Pinto, conocidas desde hace siglos como las de los resbalones, y la adaptación de las de el Ochavo y San Fernando a la normativa de accesibilidad con la instalación de un nuevo pavimento con baldosa direccional táctil de color negro.

El proyecto, desvelado en junio por este medio, consiste en la renovación de las escaleras de Pinto y la mejora de estas y las del Ochavo y el arco de San Fernando. Son las tres escalinatas de acceso a la Plaza Mayor que se conservan desde hace décadas ya que comunicaban el ágora con el centenario Mercado Central de abastos. El presupuesto es de 114.100 euros y el plazo de ejecución, de dos meses una vez se inicien las obras, que será después de las Ferias y Fiestas.

La actuación tendrá licencia la semana que viene una vez pase por la comisión informativa de Fomento, ya que al ser una obra municipal su dictamen favorable servirá.

La actuación permitirá dotar de un grado de accesibilidad nunca antes conseguido en las escaleras de la Plaza Mayor. El ágora es accesible sin barreras en varios de sus lados, pero por el lado del Mercado Central siempre ha estado dotada de rampas o escaleras que lo han complicado de una u otra manera.

Ahora, se propone el arreglo de las de Pinto, muy rotas, y renovar al tiempo los otros dos tramos, tres escaleras con mucha historia. En los tres casos se va a instalar una losa táctil direccional en granito negro en la parte superior e inferior de cada tramo de peldaños. Este tipo de pavimento es muy frecuente en la ciudad, mejora el agarre y ayuda al tránsito, pero no se había aplicado en las salidas de la Plaza Mayor.

Las tres escaleras van a disponer de esta losa direccional en las zonas de preaviso, formando una base con un tamaño de 1,20 metros de longitud y 40 centímetros de anchura, con unas barras de mayor agarre en el suelo. En el caso de las escaleras de Pinto y de San Fernando, serán tramos rectos, pero para adaptarla a la bajada de las escaleras del Ochavo, de diseño curvo, se adaptarán a la curvatura.

En cuanto a los pasamanos, serán de tres tipos, adosados a fachada, a fachada con postes de apoyo y los colocados en el medio del tramo de Pinto. Tendrán los materiales y diseño prescritos, y aportados por la arquitecta municipal, y no contarán con un segundo pasamos inferior por petición de patrimonio.

El proyecto viene de lejos. En 2021 ya se redactó un proyecto para renovar las escaleras de Pinto, que dan servicio a la bajada hacia el Mercado de Abastos por el lado del Villarosa. Su deterioro es evidente y los días de lluvia y frío complicaban el tránsito por lo rotas que están y el bajo agarre, que provocaba resbalones. Sin embargo, la comisión de Patrimonio de Castilla y León, que tenía que pronunciarse por afectar la obra al entorno de la Plaza Mayor, rechazó la propuesta y le puso pegas al diseño de los peldaños y al pasamanos.

Concretamente, rechazó que se eliminara el bocel que tienen las escaleras de Pinto, el final curvo de cada peldaño; y los diseños presentados de pasamanos. Curiosamente, mantener el bocel va contra la normativa de accesibilidad, pero patrimonio lo considera imprescindible; y los pasamanos fueron echados para atrás por ser de acero inoxidable, no autorizado en el centro, aunque en el proyecto se decía que eran de acero pintado.

Con esos cambios, el consistorio volvió a la carga con el proyecto en abril de 2024 cuando este medio ya publicó el reinicio de los trámites para arreglar las escaleras de Pinto. Posteriormente, se decidió ampliar la actuación a las escaleras del Ochavo y San Fernando para unificar y que tuvieran el mismo pasamanos.

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