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Las obras en la histórica plaza de San Román, uno de los rincones más valiosos del centro de Salamanca, permiten adivinar ya cómo va a quedar con el nuevo jardín que mitigará las altas temperaturas que alcanza en cuanto le da el sol. La zona verde prevista ya muestra su traza en esta fase de las obras, que han dejado la plaza como nunca se había visto.
Las obras de rehabilitación empezaron el pasado mes de abril para levantar el pavimento de losas de granito que tenía desde hace años, causante en parte del sofocante calor que se sufre en verano en este lugar. Los adoquines acumulan la temperatura con ayuda de la falta total de vegetación y sombras y convertían este lugar de encuentro en una auténtica sauna con muchos grados a pleno sol.
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La demolición convirtió durante unos días la superficie de la plaza en un auténtico mar de escombros. Se demolieron todos los adoquines que tenía desde hace años, dejando solo las gradas, también de piedra, que se tendrán que integrar con el nuevo diseño previsto.
Ahora, empieza a adivinarse lo que se va a hacer. Por un lado, la plaza ha sido excavada hasta su base y se ha colocado una nueva cimentación sobre la que irá un nuevo pavimiento de losas que facilitan una mayor accesibilidad para las personas con discapacidad o movilidad reducida.
Plaza en obras
Proyecto futuro
Además, la plaza contará con una zona verde de la que se adivina ya el trazado. Se habilitará en una franaja junto a la rampa y las escaleras con otro proyecto, cuyas obras ya están en marcha y que se presupuestaron en 145.009 euros.
Junto a la rampa que comunica las calles Bretón y Patio de Comedias se creará un jardín en talud que salva el desnivel actual con árboles de porte y arbustivas tapizantes. Incluye una bancada corrida con varios puntos con respaldo de madera para aprovechar las sombras que generen los árboles.
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Y ahora se crearán tres alcorques individuales en alineación siguiendo el trazado paralelo a la calle Santa Clara. Además, se creará un alcorque junto a la pared del Palacio del Conde de Francos y próximo a la calle Mártires.
Este lugar en el centro de Salamanca es un rincón barroco y renacentista formado por la iglesia de San Román y el patio del conde Francos (siglo XV y XVI), ambos protegidos; el convento de Las Claras, ocho siglos de historia, BIC y declarado monumento nacional, aunque ahora vaya a albergar un nuevo hotel; además del edificio de la patronal y los sindicatos, de estilo historicista y protegido estructuralmente; y el solar de lo que fue el Teatro Bretón.
La plaza era el vínculo entre todos ellos y va a cambiar por completo, una buena noticia porque le faltaban luz, sombras y protección lo que derivó en su uso nocturno para botellones y, lo más grave, que fuera pasto de las pintadas. Es una de las cinco plazas en las que se va a actuar en la zona en un proyecto de renaturalización que afecta a las plazas de San Cristóbal, Bretón, San Román, Las Claras y entornos.
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