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La Policía Local de Salamanca estrenará en breve diez nuevas motocicletas que pasan al parque de vehículos municipales en régimen de renting y por un coste de algo más de 400 euros al mes. El contrato se lo ha adjudicado una empresa que proporciona motocicletas a numerosos ayuntamientos y a la Guardia Civil, entre otros organismos, y que es una de las tres que se presentó.
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A principios de julio, el Ayuntamiento de Salamanca sacaba a concurso un contrato para el suministro de diez nuevas motocicletas destinadas a las patrullas de la Policía Local. La licitación se abría para proporcionar estos nuevos vehículos en régimen de alquiler, como están buena parte de los coches del parque movil municipal, y casi todos los vehículos del cuerpo.
El objeto es incorporar nuevas motos para dar relevo a parte de las que usan actualmente los agentes motorizados, las veteranas Honda NTV, que acumulan decenas de miles de kilómetros y que han sido infatigables compañeras de los agentes. Sin embargo, muchas acusan el paso de los años y están ya superadas en algunos aspectos.
Al concurso se han presentado tres empresas, aunque una de ellas fue excluida tras las valoraciones. La adjudicataria ha ofrecido las diez nuevas motos a razón de 407 euros al mes con todos los gastos, desde el coste del alquiler al mantenimiento y el seguro. El coste total del contrato ronda los 65.000 euros anuales y es para los próximos cuatro años. Entre las claves, que cuenta con un taller de la capital para hacer las revisiones y posibles reparaciones.
Este taller en Salamanca es concesionario, entre otras, de la marca Honda y todo apunta a que las nuevas unidades serán de un modelo concreto de la firma japonesa, como las veteranas motos patrulla que tiene ahora la Policía Local. La adjudicataria trabaja para 150 ayuntamientos y la Guardia Civil y ha entregado a los diferentes cuerpos un millar de motos en los últimos cinco años. Entre otras, ha suministrado motos eléctricas para el Seprona.
Las características indican que serán motos trail, con ciertas capacidades todoterreno. Según el pliego, las motos serán de entre 650 y 900 cc, con lo que crecerían de tamaño (ahora son de 700 cc), con inyección electrónica y un mínimo de 40 kw de potencia, 55 CV; se descarta incorporar eléctricas, por tanto. Además, y esta es una novedad, deberán ser automáticas con una transmisión de seis velocidades.
Otras características obligatorias, como las protecciones tubulares y de manillar, el alumbrado led, el ABS (ya obligatorio hace años en motos nuevas) o el consumo homolagado de 4,5 l/100 km apuntan a determinados modelos que ya usan otras policías y cuerpos de seguridad del Estado.
El contrato consiste en el suministro de las diez unidades, un mantenimiento completo con un cambio de neumáticos anual y una distancia de 8.000 kilómetros al año. Además, tendrán que llegar rotuladas y con el equipamiento policial propio: sirena y luces.
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