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Otro barrio pegado a una vía del tren. Nuestra otra mirada alcanza los «patitos», siendo la número veinte. Será por eso, o por pura coincidencia, que nuestro recorrido hoy comienza en el lugar de los patos por excelencia en Salamanca, el parque de la Alamedilla. Allí, al lado del estanque, bajo los árboles, los mayores descansas y observan, mientras que los jóvenes pasan y corren. Una especie de bifurcación en la calzada divide el camino hacia el Paseo de la Estación o Comuneros. Elegimos la derecha, que nos lleva al interior del barrio (o los barrios) que miramos hoy. Al fin y al cabo, la diferencia será poca, ya que acabaremos pegados a la estación de ferrocarril.
La gente pasea, quedando enmarcada entre los pilares del puente por el que pasan vagones y locomotoras. Debajo del túnel de La Radio, una mirada de una obra de arte urbano le da color a la oscuridad. Más adelante, en las vías del tren, el arte más clandestino adorna el paisaje urbano, entre edificios plagados de ventanas y la pasarela que conecta la parte alta del barrio con el paseo de la Estación y Garrido.
Álex López
Álex López
Álex López
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Subimos hasta dicha pasarela, buscando empezar a callejear por la zona de la calle Peñaranda y Badajoz (donde se mantiene la huella de las primeras pisadas de Unionistas). A nuestros pies, el carril bici con el que puede ser el giro más peligroso para los ciclistas, siendo la curva una perfecta «L» en la que la visibilidad y la capacidad de reacción es casi nula. Al fondo, la curiosa panorámica que nos deja el aparcamiento de la Radio, con un mar de coches.
Por estas calles no hay mucho movimiento. Al doblar la esquina, nos encontramos con alguna obra y alguna persona entrando en el portal de su casa cargando con la compra. Edificios altos, trapas bajadas, pavimento nuevo mezclándose con baldosas antiguas… Así es esta zona que nos lleva hasta el instituto Venancio Blanco. Desde allí pasamos a una zona más conocida, como la calle Colombia. Esta calle tiene la curiosidad de tener en una acera casas y un edificio industrial abandonados y en la de enfrente edificios comunitarios. Y detalles como un semáforo oculto bajo las telas de un andamio, casi impidiendo ver la luz verde para los peatones, dejando a un buen señor esperando en el paso de cebra, con la duda de si puede pasar o no.
Llegamos a la zona de San Isidro, Alto del Rollo, calle Ponferrada, Trujillo, parque Picasso, paseo San Antonio, Jesuitas, Campoamor… Las zonas más famosas y con más movimiento y vida. La que le falta al «apeadero» de la Alamedilla, desmantelado y lleno de basura. Por encima del mismo abandonamos la zona y nos volvemos a encontrar en el parque del principio, pero justo al lado opuesto. Por delante camina un señor, sosteniendo un periódico con las manos en la espalda en el que destaca la palabra «oro». Del que podrían ser una mina barrios como El Rollo y Comuneros si se les diese la atención y el cuidado necesarios.
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