Las nuevas señales de tráfico en Salamanca: cuál es su efecto y por qué se han puesto
Tráfico instala los nuevos paneles aprobados por la DGT para completar las de la ZBE y que son necesarios para dar respaldo legal a las futuras multas por entrar en calles peatonales
A una semana vista, el arranque de las sanciones por entrar en la zona peatonal se ha topado con un detalle de última hora y cierta trascendencia: las señales de prohibición necesarias para poder multar. El Ayuntamiento de Salamanca ha empezado a colocarlas para llegar a tiempo y poder denunciar con respaldo legal desde el 1 de octubre, aunque asegura que en realidad lo podría hacer sin ellas. Un asunto que contribuye a la cierta confusión que hay con la Zona de Bajas Emisiones, que no es tal.
El área de tráfico tenía pendiente este trabajo para dar soporte legal a las sanciones, y lo tenía por un motivo: hace pocas semanas que ha cambiado la normativa. Las nuevas cámaras del sistema de control de acceso al área peatonal, las de color azul, llegaron acompañadas de las nuevas señales de la ZBE instaladas hace meses, en junio de 2024. Sin embargo, no eran suficientes y ahora una nueva señal dará soporte legal a las multas, que no son por contaminar, sino por adentrarse en calles peatonales.
Lo que está haciendo en estos momentos el Ayuntamiento de Salamanca es adaptarse a la modificación del pasado 1 de julio del Reglamento General de Circulación que actualiza el sistema de señalización vial. Esto supone que las señales actuales se tienen que completar con otras de nueva creación destinadas exclusivamente a indicar el acceso a la zona peatonal. En concreto, son señales con un rótulo adicional que se añadirá a las señales de ZBE estrenadas en verano de 2024.
Empezaron a instalarse hace varios días y ya se aprecia la diferencia en algunas calles. Son una mezcla de dos existentes. Por un lado, tienen el indicativo ZBE y, por otro, iconos similares a los de las denominadas calles residenciales, que Salamanca también tiene; en este caso, representan a una mujer, un hombre y un carrito de bebé, empujado por el varón por aquello de la igualdad. Se remata con un rótulo de 'Excepto autorizados'.
El objetivo de esta señales es indicar que se accede a una zona peatonal, que de cara al futuro coincidirá con el perímetro de la ZBE, pero que por ahora es un poco más pequeño de lo que se pretende sea la zona restringida por contaminación. Con la señal se indica que se entra en esa zona donde hace falta una autorización.
La realidad, ya conocida, es que el ayuntamiento no multará por entrar al centro con coches contaminantes, al menos, no hasta 2029. Será entonces cuando se impongan las primeras restricciones a la circulación. Sí lo hará por invadir calles peatonales sin autorización, para lo cual se han dado miles de permisos que permitirán a cerca de 20.000 coches diarios seguir circulando por donde tienen prioridad los peatones.
El problema es que la ZBE no actúa por ahora como zona de bajas emisiones, sino como control de acceso a zonas peatonales; el perímetro controlado por cámaras de matrícula coincide con la futura zona de bajas emisiones, pero por ahora lo que no se va a perseguir es acceder a calles peatonales, salvo con autorización.
Sin señal correcta no hay multa
Sin embargo, lo que hay en la calle son señales de la ZBE, pero no de prohibición de acceder al centro peatonal, cuestión por la que se ponen unas 2.500 multas al año, unas 3.400 por todos los conceptos relacionados con la peatonalidad, como aparcar en aceras o circular en calles peatonales.
Las señales de zona peatonal se retiraron en su día, en parte, para evitar la aglomeración de señalética, y sustituyeron por las nuevas, lo que el PSOE ha advertido: sin señal correcta, se podrá acceder sin multa a todas las calles peatonales, sostiene el grupo socialista. El consistorio lo contradice: se podría multar igual sin estas señales, que se instalan para adaptarse a lo que pide la DGT. De hecho, indican que sirven para multar a alguien que accede con permiso, pero que decide estacionar sobre una acera o dejar el coche frente a su casa por tiempo indeterminado.
Sin la señal correcta, en todo caso, es más difícil multar. Hace unas semanas, el jefe de Policía ya reconoció que en cuestión de accesos al centro no se está multando por el artículo de la Ley de Tráfico que recoge las sanciones por no respetar una ZBE, de 200 euros.
En este caso, lo que las cámaras de control de acceso sancionarán lo harán por infracciones al Reglamento General de la Circulación, al indicar la señal específica de prohibición, que antes no estaba contemplada expresamente. La multa será igualmente de 200 euros y la señal es el respaldo para las denuncias.
Una norma que choca
La instalación precipitada de las nuevas señales es sólo una parte de la confusión que genera la ZBE. La nueva normativa, que ya está en vigor, no sólo no funciona como límite a los vehículos contaminantes, sino que cuestiona otras normas.
La ordenanza municipal de bajas emisiones consagra la prioridad absoluta para peatones y, fundamental, bicicletas que serán los únicos medios de locomoción con acceso total al centro.