La ortopedia más antigua de Salamanca que ha hecho prótesis incluso para perros
Ortopedia Natal, en el barrio del Oeste, abrió sus puertas en 1979 y ya encauza una tercera generación en futuro del negocio
En pleno barrio del Oeste, entre historias de superación y piezas hechas a medida, se encuentra Ortopedia Natal, el taller más veterano de Salamanca en su sector. Fundada en 1979 por el padre de la actual propietaria, el relevo llegó pronto de la mano de Yolanda Natal, que tuvo claro que quería seguir sus pasos. «Mi padre falleció en el 88, yo entré en el 87 y aquí sigo… y ya está mi hijo», cuenta. Tres generaciones «luchando» en un oficio donde la proximidad y la atención personalizada son esenciales.
Ese es el lema mantenido durante estás más de cuatro décadas, a pesar de que la ortopedia también ha visto transformar el oficio de forma radical. «De como eran las prótesis hace 40 años a como son ahora… materiales como aluminio, acero, y ahora fibras de carbono o de vidrio, ha cambiado todo muchísimo», explica Yolanda. Sin embargo, algunas cosas siguen igual. «Las muletas son las mismas de siempre, aunque haya modelos más modernos». Y ellos también parecen inertes al paso del tiempo, con las mismas ganas para recoger encargos que, para ella, son retos.
Y es que este negocio no es solo tienda: el taller propio les permite fabricar prótesis y órtesis a medida, una labor artesanal que exige adaptar cada pieza a la persona. «No puedes dar una muleta y decir 'póntela como quieras', todo hay que ajustarlo», reivindica, criticando las ventas por internet que, aunque más baratas, no ofrecen esa personalización. Sentido a estas palabras dan las varias generaciones de clientes que han pasado por este comercio.
«El niño que llevó plantillas, luego necesita una rodillera para correr y más tarde un andador para su padre… si tratas bien a la gente, vuelven», asegura. Esa relación va más allá de la compra: «También tiene mucho de psicólogo esto», bromea, mientras recuerda a clientes fieles de décadas. Personas que, con la confianza adquirida durante años, acuden para también contar sus problemas y esa es la esencia del comercio de proximidad. «La mejor publicidad es un cliente contento», resume.
Cada encargo, un nuevo reto
Y no le falta razón. De hecho, según dice, buena parte de su clientela llega por recomendación. El boca a boca que sigue siendo su mejor escaparate. Eso, y su afán por enfrentarse a cualquier reto. Un trabajo «artesanal»-como ella misma define- y minucioso que hace que ningún encargo sea igual que el anterior. «Haces una pierna y ningún muñón es igual; haces un corsé y cada cuerpo es distinto… y a veces tienes que estudiar cómo hacer algo que nunca has hecho antes».
Incluso han llegado a diseñar adaptaciones para animales: «Hemos hecho un andador para un perrito que arrastraba las patas, y una férula para un pastor alemán que se rompió la pata», recuerda. No hay un reto que se le resista, primero dice que sí y luego ya verá cómo lo hace. Pero lo hace. Siempre lo hace. Como si fuera un compromiso con ella misma. Y ese tesón es lo que trata de enseñar a la tercera generación: su hijo.
Ortopedia Natal para rato
Uno de sus hijos ya ha tomado el relevo tras formarse durante dos años en Valencia en un grado superior. «Lo ha mamado desde pequeño», comenta orgullosa. Aunque ella sueña con jubilarse en unos años, sabe que el oficio tendrá continuidad: «Un ortopédico que sepa siempre va a tener trabajo». En un sector donde la venta online gana terreno, la ortopedia sigue siendo un punto de referencia para quien necesita soluciones personalizadas. Y así, como desde 1979, Ortopedia Natal continúa ensamblando no solo piezas, sino también confianza.
