La penitencia del Yacente inicia los días más intensos de la Semana de Pasión

Tras la solemne procesión de Jesús Flagelado, poco antes de que la imagen de Carmona volviese a la Clerecía entorno a las doce y media de la noche, en los primeros minutos del Jueves Santo, ha tomado el testigo la Real Cofradía Penitencial del Cristo Yacente de la Misericordia y de la Agonía Redentora, que inició la procesión desde la Catedral Nueva, con salida por la Puerta de Ramos.

A pesar de lo avanzado de la hora, las calles del casco histórico de la ciudad seguían llenas de personas y ya era evidente la presencia de numerosos turistas llegados de todas las partes del país para disfrutar de los días más intensos de la Semana Santa salmantina.

El Santísimo Cristo de la Agonía Redentora (Anónimo, 1525) y el Santísimo Cristo Yacente de la Misericordia (Enrique Orejudo, 1991) protagonizaron los dos pasos que desfilaron por el atrio de la Catedral, Plaza de Anaya, Tostado, San Pablo, Plaza del Poeta Iglesias, Quintana, Juan del Rey, Prado, Doctrinos, Compañía, Rúa Antigua, Plaza San Isidro, Libreros, Calderón de la Barca, para volver a la Catedral Nueva por la Puerta del Obispo.

A la salida por la Puerta de Ramos se ha realizado la promesa de silencio. Este año los dos pasos iban iluminados por cirios de cera natural y no por los velones de cera líquida que se usaban hasta ahora. Otro de los detalles de esta profesión es la cruz primitiva del Cristo, que es la que saca un penitente cada año, llena de chapas de plata, donde se graba después su nombre.

Otra de las novedades de este año es que la Real Cofradía Penitencial del Cristo Yacente de la Misericordia y de la Agonía Redentora, es que ha cambiado de hermano mayor después de 30 años y Roberto Sánchez sustituye a Julián Alcántara, que recientemente recibió la medalla de oro de la cofradía.

La marcha procesional fue acompaña por la Agrupación Musical Cristo Yacente y la Banda de Música del Regimiento de Ingenieros, salvo en la calle Juan del Rey.

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