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Una viandante percibirá más de 38.000 euros del Ayuntamiento de Salamanca tras resbalar en una baldosa en el centro de la ciudad y partirse la rodilla, lo que le costó una operación por una fractura desplazada y nueve meses de baja. Esta es una de las reclamaciones que tiene que afrontar el consistorio por el mal estado de las aceras y los materiales inadecuados.
El asunto se ha visto este martes en la comisión de Hacienda y Régimen Interior que analiza este tipo de reclamaciones y que, desde hace unos meses, ha decidido empezar a estimar buena parte de las reclamaciones de responsabilidad que recibe el ayuntamiento por el mal estado de aceras y calzadas. Una situación que tiene que corregirse con un mapa de baches y aceras rotas que tiene que elaborar la empresa concesionaria.
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El hecho se remonta a septiembre de 2022 cuando una mujer caminaba por la calle Azafranal, en el último tramo pasado el parking en dirección a la plaza del Liceo. En ese momento, ha resbalado en la acera al pisar una franja de pizarra de color negro.
La mujer cayó de rodillas en la acera y no podía levantarse. Tuvo que ser auxiliada por viandantes y finalmente por la Policía Local. Explorada y examinada por los facultativos pertinentes presenta fractura de la rotula izquierda, procediendo a la inmovilización de la extremidad inferior. Es trasladada a su hospital de referencia en Valladolid para continuar con el tratamiento.
El tres de octubre de 2022, la paciente es intervenida quirúrgicamente en el Hospital Sagrado Corazón de Valladolid, practicando reducción y osteosíntesis con aplicación de dos tornillos para fijar y soldar los huesos, así como una exeresis de fragmentos no sintetizables.
Debido a los continuos dolores y empeoramiento de la paciente, se decide, por parte del equipo que lleva su seguimiento, una nueva intervención en enero de 2023. Tal intervención consiste en una artrolisis artroscópica de la rodilla izquierda.
Operada por dos veces, la viandante está de baja laboral hasta mayo de 2023, con los consiguientes perjuicios personales para la realización de sus tareas diarias derivadas de las lesiones y secuelas tras la sanidad de la paciente.
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A pesar de lo ocurrido, y como es habitual, el seguro de responsabilidad civil del ayuntamiento y la empresa concesionaria del arreglo y mantenimiento de aceras han presentado alegaciones. Las alegaciones podrían haber dado al traste con la reclamación, pero desde hace unos meses el área jurídica del ayuntamiento ha empezado a aplicar un nuevo criterio y a estimar este tipo de reclamaciones y pagarlas, a cargo del seguro de responsabilidad civil que tiene contratado el consistorio.
Sin embargo, en el expediente consta una prueba de resbalabilidad del material que ha dado resultados negativos, ya que patina más de lo recomendable, pese a lo cual está aplicado en una larga franja de la calle.
En su informe el asesor jurídico municipal reconoce que los daños reclamados son conformes con el baremo de accidentes de tráfico del año 2022, y con el informe de valoración del daño corporal que se acompaña, de los que resulta una indemnización de 38.788,14 euros.
Dicha responsabilidad está cubierta por la póliza de responsabilidad vigente en el momento de producirse el siniestro. Y añade que no se puede imputar responsabilidad alguna a la empresa conservadora del pavimento, que esta vez se libra, ya que es un defecto del material empleado. En su caso, se trataría de vicios del proyecto, pero sin conocer cuándo se redactó el proyecto y cuando se ejecutó, no se puede atribuir ninguna suerte de responsabilidad.
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