Los salmantinos y su felicidad: «El dinero o el trabajo no lo son todo»
Según los datos del INE, a mayor número ingresos, mayor grado de felicidad. Aun así, los salmantinos creen que «eso es mentira»
Aristóteles decía que el mayor objetivo que se puede alcanzar en la vida es la felicidad, ya que lejos de basarse en la riqueza o en un momento de placer, más bien se consigue tras haber vivido una buena vida en la que las personas deben ser justas, valientes y tomar decisiones razonadas.
En un estudio publicado por este medio según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística del año 2022, el nivel de estudios alcanzados por la población está directamente relacionado con ciertos factores como la satisfacción vital, la falta de tiempo o la felicidad. Sin embargo, ¿a qué nivel se pueden extrapolar estos datos en la población salmantina?
La mayoría de ellos piensa que «eso es mentira» y que «la felicidad depende de cada persona y de sus necesidades prioritarias». Es decir, que el nivel de ingresos no tiene nada que ver con el hecho de que alguien sea más o menos feliz. «Hay gente que económicamente tiene mucho y no es feliz».
Además, muchos de ellos incluso piensan que el tiempo es más importante si cabe, ya que «si tú no tienes tiempo para dedicarte a ti mismo, para hacer tus planes y desinhibirte, no eres feliz». La idea en la que coinciden la mayoría de los salmantinos es siempre la misma: «Prefiero ganar menos y tener más tiempo» porque «el dinero o el trabajo no lo son todo».
Según los datos del INE, las personas con unos niveles de formación más bajos presentan un índice más reducido de felicidad que aquellos que cuentan con la segunda etapa de la Educación Secundaria o incluso una educación superior, un 35% frente a un 50%, respectivamente. Además, de los que sólo tienen Educación Primaria, el 3,8% no se sienten nunca felices. De esta manera, y en base a las cifras, el estudio estaría en lo cierto.
Aun así, hablando de un término tan plenamente subjetivo como es la felicidad, no podríamos generalizar ni extrapolar los datos al conjunto de la población salmantina. Para cada uno de ellos, el concepto de felicidad engloba cosas diferentes: desde «pasar tiempo con mis amistades y con los míos», hasta «darte un paseo» e incluso «tener salud».