Todas las señales distintas con las que te pueden multar en Salamanca por circular en zonas peatonales

Después de varias prórrogas y aplazamientos, la circulación en el centro de Salamanca entra hoy en una nueva era con el control efectivo y digitalizado del acceso a las calles peatonales, un anticipo de lo que deberá ser la Zona de Bajas Emisiones cuando empiece a restringir el tráfico en 2029. Sin embargo, la confusión queda en forma de una gran variedad de señales que se ha reducido al instalar los últimos modelos y por el hecho de que, aunque pagada con fondos para las ZBE, no es una ZBE.

Desde hoy, miles de vehículos que circulan por el perímetro creado en torno a las calles peatonales del centro histórico tendrán que hacerlo con autorización y recibirán una multa de 100 euros. Según los últimos datos, sólo un 2% del tráfico aproximado de 10.000 vehículos diarios que circulan en el interior del área lo hacen sin permiso, una cifra baja que responde a una política de excepciones y a la aceptación progresiva: las multas 'de mentira' no disuadían y en julio miles de vehículos circulaban por donde no debían.

La medida no es totalmente nueva porque ya había un control de acceso, pero estaba obsoleto y dependía de que te 'pillaran' los agentes de la Policía Local. El número de multas era muy reducido por preceptos como entrar en la zona peatonal, aparcar en la acera o hacer caso omiso a la señalización. Ahora, eso se acabó.

El cambio tenía que haber entrado a principio de año y después se aplazó a julio, pero entonces se decidió abrir un último período de gracia. En teoría, era para que los usuarios se acostumbraran con las primeras multas 'en sombra': la primera vez no habría sanción y a partir de la segunda, sí. Pero la realidad es que no ha habido multas porque se ha optado por ser muy didácticos hasta el final.

El último paso fue poner señales que se habían quitado y que deben respaldar las nuevas multas. Se pondrán no por infringir la normativa de la ZBE, sino por infracciones al reglamento de tráfico previstas para calles peatonales. Señañes hay más que de sobre y de varios tipos, ya que conviven las del nuevo modelo de la DGT con las instaladas para la futura ZBE y las que quedan de control de autorizados y carga y descarga, que algunas no se quitaron.

El área de tráfico tenía pendiente este trabajo para dar soporte legal a las sanciones. Las nuevas cámaras del sistema de control de acceso al área peatonal, las de color azul, llegaron acompañadas de las nuevas señales de la ZBE instaladas hace meses, en junio de 2024. Sin embargo, no eran suficientes y ahora una nueva señal dará soporte legal a las multas conforme a la normativa, que no son por contaminar, sino por adentrarse en calles peatonales. Así que la advertencia está en la calle, pero ¿qué consecuencias tiene?

El área peatonal coincide en parte con la futura ZBE, aunque por ahora hay que olvidarse de ella. Esto ha generado confusión y, además, deja la ordenanza de bajas emisiones a medias, sin poder aplicar todas sus medidas y con puntos ciegos en los que las cámaras están puestas, pero no multan: sólo vigilan el tráfico.

De entrada, el control va a ser más efectivo. El que había no era eficaz porque ya dependía de la acción sancionadora de los agentes, pero el nuevo tiene otras armas. Una treintena de cámaras de última generación que leen matrículas incluso de noche y que las asocian a una base de datos de autorizados. A ellos está previsto que se sume un multacar eléctrico que hará la ronda por el interior y al que es posible ver fugazmente por las calles.

En lista lista de los permitidos unos 20.000 usuarios entre residentes, comercios, colegios, carga y descarga, turistas, alojados en hoteles, todo tipo de servicios... Son muchos más que vecinos tiene el centro. Además, los vecinos tendrán invitaciones y se podrá entrar, comunicándolo previamente, casi para cualquier incidencia excepcional. La cifra de tráfico real, insisten en el ayuntamiento, es de entre 8.000 y 10.000 vehículos al día, inferior a la que se manejaba antes, que superaba los 22.000 vehículos diferentes y 30.000 circulaciones al día.

Las señales, de todos los tipos, van a ser clave para sancionar, aunque el consistorio considera que ya podía hacerlo con la situación anterior. Pero se han instalado las nuevas que han sustituido a las que había de ZBE con un ingenioso truco, colocarles un vinilo con el nuevo diseño; sí se mantienen algunas de las antiguas de acceso a las zonas limitadas para carga y descarga como el entorno de Plaza Mayor o de las que indican zonas vídeo-vigiladas.

La ZBE no actúa por ahora como zona de bajas emisiones, sino como control de acceso a zonas peatonales; el perímetro controlado por cámaras en el que no se permite acceder a calles peatonales, salvo con autorización, corresponde con el futuro de la ZBE, pero todavía no se sanciona como tal.

Es decir, no se está multando por el artículo de la Ley de Tráfico que recoge las sanciones por no respetar una ZBE, obligatoria en decenas de ciudades y que se debe regir por emisiones a partir de 2028. En este caso, lo que las cámaras de control de acceso sancionarán lo harán por infracciones al Reglamento General de la Circulación, al indicar la señal específica de prohibición, que antes no estaba contemplada expresamente.

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