¿Verano caluroso en Salamanca? El primer mes, tres grados menos y más lluvioso
A pesar de que alertaban de unas previsiones tórridas, el verano hasta ahora ha sido menos caluroso que el pasado año
Las previsiones alertaban de uno de los veranos más calurosos de la historia. Así lo anunciaba la Agencia Estatal de Meteorología a principios de junio pero, por el momento, la realidad no se ha ajustado a esos pronósticos. El miedo a un verano más cálido de lo normal se ha sustituido por el desconcierto con temperaturas dispares más bajas de lo esperado. A estas alturas del verano, el año pasado Salamanca ya había sufrido dos olas de calor en la primera veintena de julio. Esta vez, la capital salmantina encara la primera este fin de semana con máximas de hasta 37 grados, el valor más alto alcanzado en lo que va de verano.
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A pesar de haber sido anunciado como de los más calurosos de la historia, lo cierto es que el balance hasta ahora es de tres grados menos que en las mismas fechas el pasado año. Desde que comenzó el verano, todo junio ha sido más frío que en 2024 y en las tres primeras semanas de julio, tan sólo seis días se ha superado la máxima registrada en el verano de 2023. Parece, por tanto, que los vaticinios que alertaban de un horno en buena parte del país, y también en Salamanca, no están siendo -al menos hasta ahora- demasiado acertados.
Tan sólo cuatro días de la treintena de jornadas veraniegas se han superado los 35 grados y no se ha registrado ninguna noche tropical con temperaturas mínimas iguales o superiores a 20 grados. La mínima más alta se registró en la última semana de junio con 18 grados, por lo que hasta ahora, el calor está dejando dormir a los salmantinos. No así como el pasado año cuando ya a estas alturas varias noches rozaron e incluso superaron los 20 grados -coincidiendo con las olas de calor registradas-.
Acompañado de la previsión de calor extremo, estaba el aviso por un verano especialmente seco. Sin embargo, si se compara con el pasado año, las lluvias han sido más notables en lo que va de verano en esta ocasión. Precisamente, esa realidad también ha hecho que las temperaturas sean más apacibles. La última semana de junio marcó la diferencia en lo que a precipitaciones se refiere con un total de 26,7 litros por metro cuadrado con motivo de una DANA en la que Salamanca estuvo en alerta por fuertes rachas de viento.
Durante esa semana de junio, la Agencia Estatal de Meteorología elevó el aviso a nivel naranja por fuertes tormentas eléctricas, granizo y lluvia. Incluso se declaró el nivel 1 de emergencia en la provincia. Efectivamente, fue la jornada más lluviosa del mes. En lo que resta de verano, tan sólo un día se registraron precipitaciones aunque fueron lluvias poco relevantes. Sin embargo, en comparación con el primer mes del verano del pasado año -extremadamente seco-, en esta ocasión aún se ha requerido el paraguas en más de una ocasión con la amenaza de tormentas.
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Un examen que deja un verano muy alejado de las previsiones iniciales: un primer mes más frío de lo habitual y menos seco de lo esperado. Las predicciones de las próximas semanas continúan atendiendo a esas interpretaciones originales. A mediados de julio comienza la canícula, el periodo tradicionalmente considerado como el más cálido del año que abarca hasta mediados de agosto. Durante estos días se espera que los episodios de calor intenso sean más continuos con «temperaturas muy altas para la época y noches muy cálidas», según la AEMET.
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