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Estantes en un supermercado de Vilar Formoso. José Manuel García

A por aceite a Portugal: cuando pagar un euro menos que en Salamanca no compensa

La escalada de precios por la inflación en el país vecino ha igualado los precios y una compra básica en un supermercado de Fuentes de Oñoro cuesta lo mismo que en Vilar Formoso, salvo por el aceite

Félix Oliva

Salamanca

Domingo, 1 de octubre 2023, 09:59

Un ahorro de un euro por cada botella de aceite, pero apenas unos céntimos (y ni eso) en todo lo demás. Quien decida cruzar en Salamanca la frontera para comprar aceite descubrirá que la crisis de inflación que golpea Portugal desde hace más de un año ha anulado la ventaja de precios que tenía el país vecino y que animaba el tránsito, algo que en el paso salmantino de Fuentes de Oñoro es historia desde hace tiempo.

El precio récord del aceite de oliva no ha logrado cambiar las costumbres de los consumidores de la zona que no pasan al otro lado a por botellas y que, si lo hicieran, encontrarían un panorama de igualdad de precios casi total que describe cómo está impactando en el bolsillo de los lusos la subida de precios, igual que en el lado español, donde la compra en supermercados es un 30% más cara que hace dos años.

Una compra simbólica de aceite, pasta, galletas, yogures, leche y café arroja una exigua diferencia, céntimos si acaso, que no justifica transitar de España a Portugal por el antiguo paso fronterizo salmantino, al menos, no para hacer la compra, porque el carburante sí está sensiblemente más barato en España. Para llenar la cesta, el supermercado español desde el que se ve la frontera es igual de caro (o poco barato) que su homólogo luso a cinco minutos en Vilar Formoso, la localidad aneja a Fuentes de Oñoro, donde ya nadie corre al otro lado a hacer la compra.

En concreto, la diferencia mayor estriba en el precio del aceite, pero ahí se acaba la ventaja porque el resto es casi igual. La leche y la pasta de marca blanca son incluso más caros en Portugal, los yogures y las galletas de primera marca clavan el precio y sólo el café marca algo de diferencia, dejando al margen el aceite. Un ahorro muy escaso, de poco más de un euro en total con el super del lado español de la frontera e incluso menos con cualquier gran superficie de la capital. Algo que choca en un país que fue sensiblemente más barato que el nuestro.

Durante años, la zona fronteriza entre España y Portugal fue un paraíso de los precios bajos, también en la provincia de Salamanca. Sin necesidad de remontarse a la época del contrabando, históricamente el país vecino ha sido más barato para la comida que España, y más caro en casi todo lo demás. Hace tiempo que no hay tanta diferencia, pero mientras la hubo era habitual pasar al otro lado para llenar el carro de la compra y ahorrarse un pico: hacer la compra en el país vecino era hasta un 20% más barato y, a ciertas distancias, merecía la pena el ahorro.

¿Pasar la frontera a por aceite?

Esas imágenes se han repetido en las últimas semanas en las fronteras gallega (Tuy y Valença do Minho) y extremeña (Badajoz con Elvas) por culpa del precio del aceite de oliva. Este producto, básico en la cesta de la compra española, no ha dejado de subir por la escasa cosecha pasada y la que se avecina hasta colocarse en el entorno de los diez euros/litro en algunas marcas. El aceite de oliva lidera las subidas del IPC y se ha encarecido un 50% en el último año, motivo más que suficiente para buscar el ahorro. Y existe, pero no justifica por sí solo un desplazamiento porque prácticamente todo lo demás (salvo el carburante) cuesta lo mismo. Al menos, así es en la frontera lusosalmantina, la provincia con más municipios fronterizos. ¿Cómo se ha llegado hasta ese punto?

Lunes, primera hora de la tarde (17.30). Interior del supermercado de una gran cadena en Fuentes de Oñoro. En los estantes, formatos y precios similares a las de cualquier gran establecimiento provincial. Llenar la cesta de la compra es caro, mucho más caro que hace 12 meses: según la OCU, los alimentos son un 15,3% más caros que hace un año. La inflación se ha cebado en España con la alimentación, contagiada de las sucesivas crisis del precio de la energía que se ha transmitido a la producción y distribución de todos los productos.

«No hemos notado ningún tipo de cambio en el consumo», explica un encargado del local. «Hemos oído que en otros sitios, con una diferencia de 2 euros por botella, ha cruzado gente a comprar aceite de oliva. Aquí si hay quejas de que está caro, pero los portugueses vienen a echar gasolina y aquí cruzamos a comprar algunas cosas», añade. ¿Pasan los salmantinos a Portugal a hacer la compra y cargar aceite? Aquí, en Fuentes de Oñoro, no más que de costumbre o de lo que lo hacen los portugueses para repostar. El motivo está en los estantes.

Economía de frontera

El tránsito es algo consustancial a estas dos localidades siamesas que han vivido de su condición fronteriza durante décadas. Así fue hasta la apertura total de la frontera y, especialmente, hasta el año 2008. «Cuando la frontera está relativamente cerca, los portugueses dan el paseo, cargan gasolina y vuelven, pero en el resto se ha igualado mucho», explica el periodista Chus Torres, de Eixo Atlántico, una entidad transfronteriza.

«En los últimos años se ha producido un salto cualitativo de los precios en Portugal», asegura. En efecto, el país vecino ha sido el más golpeado por la inflación en Europa, por delante incluso de España, pero el camino hacia la igualdad de precios empezó en 2008, tras la crisis financiera, cuando el país estuvo intervenido. El año pasado, acuciado por la subida del coste de la vida, el gobierno luso tomó algunas decisiones como el IVA 0% para 44 productos, entre ellos el aceite, pero eso no ha evitado que ahora mismo en la frontera hispanolusa por Salamanca todo, salvo el aceite, cueste lo mismo a ambos lados.

La misma compra, el mismo precio

En efecto, en la gasolinera cercana las matrículas de los vehículos que repostan son portuguesas, la diferencia de precios es importante, hasta 30 céntimos el litro. En el super, por contra, la clientela es mayoritariamente española.

A poco más de cinco minutos de distancia, un supermercado homologable en Vilar Formoso luce más lleno (es una hora menos por el uso horario). La clientela parece más bien local (sólo se escucha portugués) que compra productos y formatos más adaptados a los gustos locales: cambian tamaños y cantidades, aunque la oferta es muy similar. Y, sorpresa, también los precios.

En la tabla superior figura la comparativa de una compra simbólica de cinco básicos, sin entrar en productos frescos. Metemos en la cesta leche entera de la marca blanca del super, igual que la pasta, galletas y yogures de marca de referencia y cápsulas de café. El aceite que escojemos es virgen, idéntico en características al habitual en supermercados de Salamanca. Es lo único en lo que hay una gran diferencia. También se aprecia que el agua embotellada es más cara, no así la cerveza. La paridad es la nota general.

La botella de un litro de aceite nos sale por un euro menos, pero hay algunos matices. Hay menos variedad, sólo podemos elegir entre el del super y un par de marcas y la horquilla de precios se mueve entre 7,49 y 9 euros la botella; en el super español, lo podemos encontrar de 8,49 a casi 12 euros, hay más variedad de marcas, calidades y formatos.

José Manuel García

En lo demás, igualdad casi absoluta, algo que sorprende porque buena parte de estos productos están grabados ahora mismo en Portugal, y hasta el 31 de octubre, con un 0% de IVA. En total, esos 44 básicos, desde la leche a la pasta, la carne y el pescado, verduras y legumbres sin carga de impuestos, pero a precios ya iguales a los de España. ¿Cómo puede ser?

«Ahora el coste de la vida es prácticamente el mismo», explica Torres. En efecto, el IPC portugués terminó 2022 al 10% y la previsión para 2023 es el 5%: la de España el año pasado fue del 8,4% y la de este año ha escalado ya hasta el 3,5% por la energía y los carburantes. «Si el aceite en Portugal vale un euro menos que en España, pero con el IVA al 0%, lo están pagando más caro que nosotros», mantiene Torres que se pregunta qué va a ocurrir si el gobierno luso decide retirar estos estímulos a finales de octubre.

De momento, y hasta que llegue ese día, la decisión de quitarle el IVA a la cesta básica no consigue diferenciar los precios portugueses de los españoles, al menos, no en la frontera salmantina. Ir a Portugal a comprar ya no es el chollo de antaño, no hay oportunidades ni un gran ahorro. ¿Cruzar a comprar aceite de oliva? A 1,7 euros/litro la sin plomo, el euro de diferencia entre el virgen de super portugués y el del lado español reduce el radio de acción de los que se planteen ahorrar con eso.

Los productos de IVA reducido lideran la subida de precios en España

Facua denuncia que el 49% de los alimentos que tienen la ventaja del IVA rebajado ha encarecido sus precios en los supermercados. Según el real decreto ley por el que está vigente la medida, ninguno de estos productos puede subir de precio salvo que se produzcan incrementos de costes. La asociación ha revisado en esta ocasión la evolución de 962 precios en ocho cadenas de distribución los días 4, 6, 12, 13 y 14 de septiembre. En ellos ha detectado que en 470, esto es, el 48,9%, el precio se ha encarecido con respecto al que tenían el pasado 30 de diciembre una vez aplicada la rebaja del IVA. Del total de 470 precios en los que FACUA ha detectado una subida en su comparativa, 140 se corresponden a frutas o verduras (el 29,7% del total), 101 son aceites de oliva (el 20%) y 68 son arroces y pastas (el 14,4%).

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