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Las familias que han repoblado los pueblos de Salamanca S.H

Las familias que cruzaron el Atlántico para repoblar los pueblos de Salamanca

Tres llegadas desde Sudamérica y una desde el País Vasco, todas han encontrado en la Salamanca rural una nueva vida

Sábado, 19 de julio 2025, 20:13

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A veces el rumbo de vida cambia con una simple pregunta: «¿y si nos vamos?» Y así, con una maleta llena de sueños y otra de incertidumbres, varios hogares cruzan océanos, para sembrar historias en tierra nueva, dejando el ritmo de vida rápido y el ruido de la ciudad atrás. Es el caso de algunas familias que han decidido emprender en diferentes pueblos de Salamanca.

«Elegir libertad, oportunidad y crecimiento verdadero»

Joaquín y Janine Chile-Lumbrales

«Elegir libertad, oportunidad y crecimiento verdadero»

Desde hace tres años, Joaquín y Janine han dejado atrás su país de origen, Chile, para emprender un nuevo camino profesional y personal en Salamanca. Hoy, su clínica de fisioterapia y bienestar VITALU, en Lumbrales, se ha convertido en un espacio de referencia para la salud integrativa en la zona rural.

«Decidimos venir por el deseo de conocer más mundo y crecer tanto personal como profesionalmente», explica Joaquín, fisioterapeuta especializado en acupuntura y medicina tradicional china. Su pareja, Janine, también del ámbito sanitario, se formó en Naturopatía. Ambos encontraron en España un terreno fértil para ampliar sus conocimientos, y gracias a Holapueblo dieron forma a su proyecto de vida en el entorno rural.

«La vida rural ofrece una calidad mayor que lo que podemos echar de menos de la ciudad»

El camino no fue fácil. La adaptación pasó por trámites legales, la homologación de títulos, un cambio cultural y el reto de empezar de cero. «Venir de una ciudad grande como Barcelona a un pueblo supone aprenderlo todo desde cero: cómo funciona la vida local, cómo generar redes y cómo dar a conocer nuestro trabajo», recuerda Joaquín. Sin embargo, lo vivido ha sido «un proceso muy enriquecedor, que nos ha reafirmado en nuestra decisión».

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La acogida en Lumbrales fue muy cálida: «Desde el principio sentimos interés y cercanía por parte de los vecinos», cuentan. VITALU no es solo una clínica de fisioterapia, sino un espacio que apuesta por el bienestar integral, combinando terapias manuales, medicina tradicional china, naturopatía y gestión del estrés. Su propuesta responde a una necesidad que detectaron en el entorno rural: cuidar la salud de forma completa.

Su día a día en el pueblo también está marcado por la conexión con la naturaleza, el cultivo de parte de sus propios alimentos y una vida más pausada. «El entorno rural ofrece oportunidades reales para emprender y transformar nuestro estilo de vida», dice Joaquín. Desde su llegada, han compartido su visión de salud y bienestar, integrándose en la comunidad local y valorando el intercambio cultural como un proceso de enriquecimiento mutuo.

«Vivir en Madrid era sobrevivir»

Rodolfo y Marysabel Venezuela-Fuenteguinaldo

«Vivir en Madrid era sobrevivir»

Rodolfo, junto a su tía, Marysabel, gestiona un bar restaurante en Fuenteguinaldo, donde ha encontrado seguridad, estabilidad y una comunidad acogedora. Su historia es la de muchos migrantes venezolanos que apuestan por el medio rural como lugar de oportunidades.

Dejaron Madrid tras años de inseguridad y estrés: regentaban un local de comida rápida y llegaron a sufrir varios robos, uno de ellos con arma blanca. «La vida en la ciudad se volvió insostenible», señalan. A principios de 2024, vieron un anuncio en redes sociales sobre un bar en alquiler en Fuenteguinaldo, y decidieron visitarlo. La conexión fue inmediata: con el pueblo, con su gente y con la idea de empezar de nuevo.

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Desde enero residen allí, y el cambio ha sido total. «Aquí se vive, no se sobrevive», afirma. El ejemplo de lo que significó instalarse para ellos es el hijo de Marysabel quien, al principio, estaba reacio a mudarse, pero después fue el primero en adaptarse. La familia se siente parte activa del pueblo: participan en la asociación local de amigos del caballo, han hecho amistades y valoran especialmente el trato cercano.

El restaurante que gestionan es el único del pueblo con servicio en mesa, y han introducido reparto a domicilio y menús especiales para personas mayores y diabéticas. También valoran abrir un pequeño supermercado para facilitar el acceso a alimentos a los vecinos que tienen dificultades de movilidad.

«El ritmo rural es terapéutico»

Vienen de Los Llanos de Venezuela, una región ganadera, por lo que no les ha costado conectar con la cultura local. «Nos entendemos, hablamos el mismo lenguaje», cuenta Rodolfo. De hecho, ya conocen bien el Carnaval del Toro en Ciudad Rodrigo, hacen sus compras en el mercado local y esperan con entusiasmo las fiestas de Fuenteguinaldo. También destacan la calidad de la atención sanitaria en el pueblo, algo importante para su tía, que padece una enfermedad. «El ritmo rural es terapéutico», asegura Rodolfo, convencido de que Fuenteguinaldo es un lugar con futuro. «Es un diamante en bruto, solo hay que pulirlo», concluye.

Tres destinos, un objetivo: empezar de nuevo en el mundo rural

Marcela y Marcelo Argentina-Lumbrales

Tres destinos, un objetivo: empezar de nuevo en el mundo rural

Desde Argentina llegaron a España con una idea clara: dejar atrás la inseguridad en su país y encontrar una vida más tranquila y con oportunidades en el medio rural. Tras cinco años en Mallorca -donde el coste de vida era elevado y el entorno turístico acabó por desgastarlos- descubrieron la plataforma Holapueblo buscando opciones más estables y cercanas a su experiencia de vida en el campo.

Tras varios meses de contactos y entrevistas, surgió la oportunidad de conocer un camping en Salamanca donde se buscaba reabrir el restaurante. A principios de 2025 viajaron desde Mallorca para visitar la zona. Pasaron cinco días conociendo el entorno y a los vecinos, y les gustó la cercanía de la comunidad, especialmente del entorno comercial local, que se interesó en su proyecto.

Aunque la adaptación no está siendo sencilla, destacan el trato amable de muchos vecinos de Lumbrales, la calidez con la que fueron recibidos al llegar, y la ilusión por crear algo propio. También agradecen la ayuda del alcalde de Peralejos de Abajo, quien los puso en contacto con el propietario de una herrería que se traspasaba por jubilación. Marcelo, con experiencia como herrero y electricista, está muy cerca de abrir su negocio, lo que ven como una gran oportunidad de futuro en una actividad poco habitual ya en los pueblos.

A pesar de los retos iniciales, como instalarse sin muebles o abrir el restaurante, siguen comprometidos con echar raíces en el entorno rural. Aún en fase de aprendizaje, exploran posibilidades y ven futuro en oficios con poca presencia en el pueblo, como la herrería o la electricidad. Aunque todo ha sido fácil, su historia refleja el espíritu de quienes apuestan por repoblar los pueblos de España: ganas, resiliencia y vocación por construir una vida diferente, más conectada con la comunidad y con el entorno natural.

«Si no lo haces tú, la vida lo hace por ti»

Eva y Sergio Guipúzcoa-Lumbrales

«Si no lo haces tú, la vida lo hace por ti»

Eva y Sergio siempre fueron una pareja inquieta, con espíritu aventurero. Durante años, soñaron con un cambio de vida: dejar atrás las prisas, el ruido y la desconexión del día a día urbano. Sentían que vivían tan deprisa que apenas podían ver lo que les rodeaba. Hasta que llegó el confinamiento en 2020 y tomaron una decisión. «Si no lo haces tú, lo hace la vida por ti», reflexionan.

Durante aquellos meses, la idea que siempre les rondó tomó forma: vivir en un pueblo, trabajar en algo propio, pasar más tiempo en familia y respirar naturaleza. En 2023 encontraron un camping en alquiler en Lumbrales (Salamanca), una zona que no conocían, pero que les atrapó desde el principio. Vendieron su casa rural en el País Vasco y se trasladaron junto a sus dos hijos.

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La elección no fue impulsiva: buscaban un entorno donde pudieran asentarse como familia, con servicios básicos como centro médico o instituto. Además, el mundo del camping ya les gustaba y era una actividad que podían gestionar por su cuenta, por ello decidieron quedarse con el camping Arribes del Duero. La vida en el pueblo, sin embargo, supuso un gran cambio. «Nos sorprendieron mucho los horarios. Todo es más lento: las tiendas abren más tarde, la gente se toma su tiempo. Pero aprendes a moverte a otro ritmo», cuenta Eva.

«Sí hay oportunidades en el medio rural»

Han adaptado su vida a la realidad rural, con pocos servicios digitales y otras gestiones que se hacen 'de boca en boca', pero aún así reconocen que sí hay oportunidades en sectores con falta de mano de obra, la hostelería, el cuidado de mayores y el coste de vida es más asequible. Gracias a Holapueblo, han consolidado su proyecto y ahora apoyan a otras familias, participando en eventos y fomentando el alquiler de viviendas y la digitalización local. «No se trata solo de venir, sino de quedarse y crear comunidad», afirman.

Hoy se sienten parte de Lumbrales. Han visto crecer la comunidad de nuevos pobladores -incluida una significativa llegada de familias colombianas- y confían en que el relevo generacional y la revitalización rural es posible. «No echamos de menos la ciudad. Aquí apenas cogemos el coche, vivimos más tranquilos. Pero hay que venir con una idea sólida y con los pies en la tierra», aconsejan.

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