El pantano de Santa Teresa recupera en una semana casi el 10% de su capacidad

Ese 19 de octubre marco un punto de inflexión ya que, tras más de cuatro meses sin que hubiese llovido clon normalidad y muchos días sin caer una sola gota, había llegado el día más lluvioso de este 2023, especialmente seco hasta el momento.

Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), el día 18 de octubre, justo un día antes de la jornada más lluviosa del año, el porcentaje de agua embalsada en el pantano de Santa Teresa, el más grande de los que gestiona la CHD en Salamanca, era el más bajo del mes de octubre, pero también de todo el año. En concreto retenía 216, 19 hectómetros cúbicos de agua, es decir, un 43,6% del total de sus 496 hectómetros cúbicos de capacidad máxima.

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Pues bien, a fecha de hoy, 25 de octubre, a las 10:40 horas,el volumen embalsado era 260,70 hectómetros cúbicos, lo que representa el 52,6% de la capacidad máxima, o lo que es lo mismo, de acuerdo con la información de la web de la CHD, el pantano de Santa Teresa ha ganado en apenas una semana 44 hectómetros cúbicos, lo que representa el 9% de su capacidad total.

Según la información detallada que ofrece este organismo, los 260 hectómetros cúbicos actuales superan a los 246 de hace exactamente un año y después del arreón de esta última semana, también supera ligeramente a la cantidad media de los últimos diez años, que se sitúa en 259,2 hectómetros cúbicos. Y todo ello gracias a que ha recibido en esta semana una precipitación de 36,2 litros por metro cuadrado, algo menos de la media del año hidrológico (38,9 litros). Y también, gracias a que durante esta semana el pantano de Santa Teresa ha registrado una entrada media de agua de 77,2 metros cúbicos de agua por segundo y una salida media de 11,1.

Las lluvias de las últimas borrascas también han generado las mismas consecuencias en el resto de los pantanos de la provincia gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero. El del Águeda, en la zona de Ciudad Rodrigo, es el que se encuentra en mejores condiciones. A día de hoy está a poco más del 70%, pero en este mismo mes ha estado a un 79,7% de su capacidad máxima que es de 15,4 hectómetros cuadrados, un porcentaje que es el más alto del año.

Y como en el caso de Santa Teresa, en este mismo mes, después de semanas enteras sin caer una gota de agua, también se registró el mínimo histórico en lo que va de año, con un porcentaje de agua embalsado del 52,5%.

Por último, el de Irueña, en la zona de Béjar, se encuentra por debajo de su capacidad, con apenas el 46% de sus 110 hectómetros cúbicos, aunque los 50,8 hectómetros cúbicos que retiene actualmente este embalse supera con creces a los 44,9 del año pasado y a los 37,1 de media de los últimos 10 años.

Por lo que respecta al conjunto del país, por fin las lluvias traídas por las últimas borrascas, Aline y Bernard, han ayudado a mejorar la situación de los maltrechos pantanos españoles que llevaban 133 días seguidos perdiendo agua. Casi cuatro meses y medio después, el nivel de los embalses ha subido. Es verdad que lo ha hecho ligeramente, solo un 1,1%, pero ese pequeño aumento revierte la pérdida continuada de recursos hídricos que se venía registrando desde el pasado 13 de junio. La sequía meteorológica seguirá, pero será menos sequía.

Según el boletín semanal que publica el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), los embalses almacenan actualmente 19.945 hectómetros cúbicos de agua, 577 hm3 más que hace una semana.