Supervivencia en Salamanca: más del 65% de la provincia se queda con dos o menos negocios
Un total de 135 municipios no tienen ningún negocio en la provincia, mientras que solo seis, incluyendo la capital, alcanza una cifra superior a los 50
El mundo rural, el mundo olvidado. Son frecuentes las noticias de cierres de los denominados 'negocios de toda la vida' en la capital salmantina. A su adiós se une la llegada de una nueva franquicia o gran marca, en un ejemplo del cambio de mercado cada vez más presente en la ciudad. Sin embargo, hay un cierre que perdura y es el del mundo rural. El adiós no viene acompañado de una bienvenida posterior. El adiós se queda en eso. En una despedida. En un vivir sin farmacias, sin bancos, sin supermercados, sin tiendas de ropa... sin poder llevar una vida normal en el pueblo o municipio en el que se pretende crear un hogar.
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Galindo y Perahuy, Moriscos, San Morales, El Pino de Tormes, Valdunciel, Palencia de Negrilla, Valdemierque, Buenamadre, Villares de Yeltes, Morasverdes, Colmenar de Montemayor o Narros de Matalayegua son algunos de los ejemplos. Nada. Sin rastro de vida comercial.
En la provincia charra, un total de 135 municipios carecen de establecimientos comerciales, lo que afecta a 14.373 personas, significando la segunda cifra más elevada de Castilla y León sólo por detrás de Burgos, donde un total de 221 municipios no cuentan con establecimientos comerciales, lo que afecta a más de 20.000 vecinos de la provincia. En total, en Castilla y León hasta 85.304 personas, según datos de la Junta de Castilla y León, carecen de servicios básicos comerciales en sus respectivos municipios.
Por su parte, un total de 105 municipios tienen exclusivamente uno o dos establecimientos comerciales, lo que continúa limitando su vida diaria. Esta situación afecta a 20.921 vecinos, máxima cifra en la región castellano y leonesa. En total, 555 pueblos de Castilla y León tienen uno o dos establecimientos comerciales abiertos.
Los más 'suertudos'-entiéndase-, establecidos en la categoría tres, es decir, que cuentan con entre tres y cinco establecimientos, conforme al informe elaborado por la Junta de Castilla y León, alcanzan los 72, para un total de 30.533. Por último, se dispone el número de municipios de categoría cuatro que tienen entre 6 y 20 establecimientos comerciales. Únicamente, 35 municipios de Salamanca tienen más de seis tiendas, mientras que solo nueve cuentan con entre 21 y 50 establecimientos comerciales; y seis más de 50 establecimientos comerciales: Ciudad Rodrigo, Béjar, Salamanca, Santa Marta de Tormes, Villares de la Reina y Peñaranda de Bracamonte.
Farmacias y ópticas, los negocios más importantes
En aquellos municipios donde únicamente hay uno o dos negocios de toda Castilla y León -555 municipios y 776 establecimientos comerciales-, 160 son farmacias u ópticas, mientras que 120 entran en la categoría de 'bazares y otros establecimientos'. El top 3 y por debajo de la centena, los estancos (92). Le sigue el servicio de gasolineras (73), supermercados y alimentación (72), fruterías (71), carnicerías (55), panaderías y confiterías (32), bricolaje (19), plantas y animales de compañía (18), prendas de vestir y textiles (9), muebles (9), productos cosméticos e higiénicos (9), librerías y juguetes (7), electrodomésticos (7), pescaderías (6), otros-artículos nuevos (4), informática y telecomunicaciones (2), artículos deportivos (2), segunda mano (1), segunda mano (1), kioscos y papelería (1), calzado y cuero (1).
Las posibles causas analizas cualitativamente
Para completar el análisis de la situación comercial de la comunidad autónoma, la Junta de Castilla y León ha realizado entrevistas a comerciantes, representes del sector, organizaciones, administraciones locales, diputaciones y ayuntamientos, además de las cámaras oficiales de comercio e industria de toda Castilla y León, así como expertos en la materia. Desde la falta de colaboración, pasando por la poca inversión promocional, hasta un modelo de negocio poco adaptado a los nuevos consumidores, con algunas de las cuestiones que mejor explican, a su juicio, la situación actual. También se advierte la reducción de la capacidad de negociación con proveedores o la atomización del mercado.