Boceto en piedra y nueva estructura en las 'escaleras de los resbalones'
La empresa constructora ha retirado los restos de la antigua escalinata y ha empezado a poner la estructura de las nuevas
Un primer boceto y una nueva estructura son los avances para la remodelación de las escaleras de Pinto, uno de los acceso peatonales m ás usados a lo largo de la historia para llegar a la Plaza Mayor. La escalinata, deteriorada tras casi un siglo de uso, fue demolida hace unos días y ahora está en plena reconstrucción.
Los trabajos arrancaron el lunes 5 de mayo con la demolición completa de las escaleras, que se encontraban en muy mal estado. La mayoría de los peldaños sufrían desgaste y pérdida de material, con un aspecto pobre e impropio del lugar, haciendo honor a su sobrenombre de 'escaleras de los resbalones' con el que fueron bautizadas en su construcción original.
Tras reducirlas a escombros, los siguientes pasos han sido la retirada de trozos de las viejas escalinatas y, ya esta semana, de los restos de material que habían quedado hasta dejarlas casi con la forma de la rampa que había allí originalmente. Lo siguiente ha sido empezar a definir lo que será su construcción.
Para ello, se ha pintado un curioso boceto directamente sobre la piedra, con el trazado de lo que serán sus escalones dibujado en líneas azules. Sobre esa base, se está instalando ya una nueva estructura que otorgue solidez a la futura construcción.
Se está haciendo a base de un nuevo forjado que se está ajustando a las medidas de la traza de la escalinata desde su punto más bajo hasta los soportales de la plaza. Los operarios han procedido a colocarlo y cortarlo durante la mañana.



Las obras en las escaleras de Pinto son las primeras que se hacen para un proyecto triple de rehabilitación de los acceso a la Plaza Mayor, que cumplirán con la normativa de accesibilidad. Hace unos meses que se puso sobre la mesa un proyecto para rehabilitarlas porque lo necesitaban. Y después se planteó mejorar también las otras dos escalinatas que conectan con el Mercado Central de abastos, y que no están tan deterioradas, pero se aprovecha para unificar elementos como los pasamanos. Serán reformadas en un proyecto conjunto.
La escalerilla de Pinto, la de salida por el arco del Pan o Panaderos hacia los antiguos portales de Los Villares, necesitaba la remodelación tras cerca de un siglo de deterioro y tropiezos. Según los últimos datos disponibles, datan del año 1930 y desde entonces no hay constancia de modificación alguna, aunque sí se retiraron algunos elementos de sus escalones, como un kiosko.
Las escaleras de los resbalones
Su sobrenombre es parte de la historia de la ciudad. A finales del siglo XIX se proyectó una escalera para sustituir a la rampa original, que era peligrosa y estaba desgastada. Las obras se iniciaron en 1888, con dos tramos de escalera y un descansillo central. Una vez finalizadas, las quejas no tardaron en llegar, las primeras, por no utilizar granito de la tierra y artesanos salmantinos para labrarlo.
Rápidamente aparecieron graves defectos constructivos y los resbalones que se producían. Hasta 83 viandantes afectados en pocos días, lo que originó una feroz campaña en prensa para cambiarlas.
A lo largo de 1888 el arquitecto municipal reconoció los fallos del proyecto y se procedió a modificar la escalinata, ya con piedra granítica natural de Salamanca; se inauguró en julio de aquel año. El asunto le acabó costando el puesto al arquitecto, que fue cesado en 1889. La escalera fue reparada en 1930 con la sustitución de los peldaños y no se conocen más modificaciones desde entonces.
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