El mobiliario urbano contra el calor de Salamanca: bajar un grado con flores y naranjas

Todo tipo de jardineras, macetas en las farolas, ceniceros, centenares de bancos, algunos bolardos... El mobiliario urbano desplegado por las calles de Salamanca es profuso y variado, onmipresente en el centro hasta pelear el espacio con turistas y terrazas, pero nunca antes había suscitado la polémica de los últimos elementos en incorporarse, las ya famosas macetas gigantes. Pensadas para decorar las calles, pero se suman a las medidas implantadas por el municipio para luchar contra los efectos del cambio climático y su efectos, como la contaminación y las 'islas de calor': la pretensión, bajar algún grado con flores y naranjas.

Instaladas a comienzos de agosto, no han terminado de desplegarse por la ciudad y ya son protagonistas del debate. Son 65 en total entre las macetas de gran tamaño y los maceteros verdes en los que se han plantado naranjos. Su coste ha superado los 180.000 euros y se suma a las inversiones hechas en torres y muros florales y los 3 millones de euros invertidos en el corredor verde LIFE Vía de la Plata y otras acciones de renaturalización.

Su instalación en la calle Compañía, la Rúa Mayor o la plaza de Anaya, frente a las catedrales, ha suscitado debate entre salmantinos y turistas. Tras su aparición, anunciad a principios de agosto, sorprendió su tamaño y su presencia en el centro histórico; las macetas más grandes tienen 1,4 metros y, sumando el arbusto plantado en cada una, rondan los 2,5 metros. Así, se ha iniciado una petición en la web 'change.org' para que se retiren del centro de la ciudad, y ya supera las 500 firmas.

Las macetas gigantes tienen un color acorde con la zona monumental, no así los maceteros verdes elegidos para las plantaciones de naranjos y que se pueden ver en la Rúa Mayor y la plaza de Anaya, junto a las catedrales. Un lugar de especial prevención por parte de las autoridades de patrimonio y donde contrastan con los colores básicos que se exigen para todo tipo de elementos, desde los contenedores a los rótulos de los comercios.

Según el consistorio, se trata de elementos móviles, que podrán cambiar de ubicación y desaparecer de la céntrica Calle Compañía, rodeada de conventos e iglesias, y donde llamaron la atención por primera vez. No obstante, en los últimos días han servido para que muchos turistas se hagan fotos, igual que las 'paredes' florales de la Rúa Mayor.

Las macetas son, en concreto, parte de la actuación de un proyecto de dinamización turística y comercial que ha recibido una subvención de fondos europeos. El proyecto se llama 'Salamanca ciudad digital del comercio, cultural y ocio: Vive el Centro'. Es un elemento embellecedor con un fin turístico, sin embargo, el consistorio recuerda siempre el valor ambiental de este tipo de actuaciones. Así ocurre cuando se anuncian nuevos muros o torres de flores y jardineras de farola.

Entre la variedad disponible ya hay algunos problemas. Las jardineras más antiguas tienen palmeras, no todas en perfectas condiciones; las puestas en altura, en algunas farolas y postes, conservan sus flores en la mayoría de los casos, pero también hay plantaciones mustias; los arbolitos repartidos por la ciudad tienen que protegerse del vandalismo para no acabar arrancados por desaprensivos; y habrá que ver cómo soportan las gamberradas las macetas gigantes y los maceteros verdes, y sus naranjas.

Cuando se han presentado, el ayuntamiento ha señalado entre sus objetivos «introducir la naturaleza en entornos urbanos y contribuir así a una ciudad aún más saludable y a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático». Según el consistorio, la introducción de estos elementos vegetales en las calles contribuye a limpiar aún más el aire, eliminan el humo y los patógenos, y aportan humedad en el ambiente, por lo que disminuye la cantidad de polvo y partículas, además de reducir los ruidos y el efecto 'isla de calor', y proporcionar un aroma fresco y natural.

En la misma línea, las actuaciones del corredor verde que atraviesa la ciudad incluyen pavimentación capaz de retener contaminación, sumideros para recoger agua y plantaciones que buscan refrescar el ambiente y rebajar la temperatura en el centro. Al menos, esa es la justificación de las actuaciones que se hicieron en el LIFE Vía de la Plata y en los proyectos de peatonalización.

Sin embargo, el 90% de lo invertido en los contratos para levantar este corredor verde que atraviesa el centro de Salamanca se ha destinado a pavimentación, en forma de losas de granito para las nuevas aceras y plataformas únicas de las peatonalizaciones; y sólo uno de cada diez euros corresponden al coste de las plantaciones y otras acciones de renaturalización.

En este último caso, las arbustivas plantadas en los maceteros gigantes o los naranjos (con naranjas todavía verdes) que ocupan las jardineras verdes también instaladas tienen una difícil tarea por delante, la de rebajar por sí solos el efecto de miles de metros cuadrados de granito gris.

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