El caro susto con las «patologías» de la piscina más vetusta de Salamanca: 400.000 euros

Nuevo susto con la piscina de La Alamedilla. Una semana después de conocerse que las obras no acabarán, al menos, hasta final de año el conistorio ha comunicado lo que sería el motivo de fondo del retraso de 6 meses: la aparición de nuevas «patologías» en partes estructurales.

El arreglo de la vetusta piscina climatizada de La Alamedilla tendrá un sobrecoste de casi 400.000 euros tras descubrirse en el transcurso de las obras nuevas deficiencias con las que no se contaba y que van a engordar la factura para su arreglo. Este contratiempo se une al retraso en los trabajos de rehabilitación, que tendrían que haber terminado a comienzos de julio y que no finalizarán al menos hasta diciembre.

Las demoras en las obras tendrán un reflejo económico importante. El proyecto está presupuestado en unos 3 millones de euros, a los que ahora hay que sumar otros 397.000 de los nuevos trabajos previstos y el coste de desplazar a los usuarios a otras instalaciones. Nadadores de cursos y aficionados tienen que irse a las piscinas de San José y Garrido y para los clubes deportivos ha habiado que alquilar cuatro calles en una piscina climatizada privada, lo que costará 78.000 euros hasta final de año, y más si hay que prorrogar el contrato.

La situación se ha conocido este viernes al comunicar en nota de prensa el Ayuntamiento de Salamanca que acometerá reformas adicionales en la piscina municipal de La Alamedilla para resolver imprevistos acaecidos durante la ejecución de las obras que se están llevando a cabo. En concreto, se realizarán diferentes actuaciones para la resolución de las patologías de la estructura de hormigón y la sustitución de la estructura metálica de la cubierta sur.

La piscina, con casi 50 años a sus espaldas, llevaba tiempo necesitando una reforma que no llegaba y que se planteó en alguna ocasión anterior. Cuando se ha acometido, la instalación arrastraba importantes deficiencias en su estructura y en los vasos, con filtraciones, que han obligado a una actuación muy costosa; de hecho, el primer proyecto era de entorno a 1,5 millones de euros y, al acceder a fondos europeos, se multiplicó por dos el presupuesto y la actuación. Esto es lo que se ha hecho y lo que le falta.

Ahora, han surgido nuevas deficiencias mientras se ejecutaba el proyecto previsto y se aprovecharán estas obras de mejora para incluir otras actuaciones como la sustitución del panel de cubierta, el cerco perimetral del ventanal, los equipos de producción de ACS y agua de la piscina, la impermeabilización de las cubiertas, el retubado del saneamiento y el sistema de filtración, el grupo electrógeno o los depósitos de compensación por otros más modernos, actuales y eficientes.

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