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Era una probabilidad, pero ahora ya es una certeza: un edificio protegido a un paso de la fachada histórica de la Universidad de Salamanca albergará pisos turísticos. Esa es la propuesta de la inmobiliaria que le ha puesto precio y anuncia su venta «libre de inquilino» tras haber instado la desocupación del inmueble por parte de la titular de la librería Galatea, que llevaba allí 30 años.
El anuncio está colgado desde hace unos días en un conocido portal inmobiliario y a nombre de una empresa del sector. En el mismo se ofrece «edificio residencial histórico en venta, en el centro de Salamanca, en buen estado de conservación, ideal para inversores para poder hacerlo hotel o viviendas turísticas. Consta de 450 m2 construidos y 3 plantas, sin inquilinos».
El desalojo del negocio está en marcha y su titular, Begoña Ripoll, está procediendo a la liquidación. Hace unas semanas le llegó una carta certificada de parte de la propiedad de la calle Libreros, nº 28, donde se me comunicaba oficialmente que el precioso edificio donde está Galatea va a ser vendido y que debía desocuparlo en apenas dos meses. Llevaba cerca de tres décadas dedicada a la compra y venta de libros antiguos, pero tendrá que cesar en su negocio de manera inmediata, este próximo día 10 de abril.
Por entonces no se conocía el precio, pero ahora ya sí. Está anunciado por 770.000 euros y es probable que acabe siendo algún tipo de alojamiento; la inmobiliaria apunta el uso como hotel o apartamentos turísticos, un edificio histórico más que se pasa a este uso en Salamanca, donde ya son multitud los inmuebles protegidos que cambian.
Nada ha impedido que el edificio, protegido y catalogado, pierda el uso que se le ha estado dando, a la espera de saber a qué se dedicará a partir de ahora una vez cierre la librería. Se trata de una construcción de 1611, estilo protobarroco en sillería de piedra franca, obra de Pedro Gutiérrez y Juan Núñez. De propiedad privada, es un edificio de primer nivel por su calidad constructiva al estar integrado en la apertura y construcción del Patio de Escuelas por la Universidad a comienzos del siglo XVII.
Numerosos edificios protegidos y notables dejarán de albergar actividades tradicionales para pasarse a los usos turísticos. En la Isla de la Rúa se va a reformar un edificio protegido de casi un siglo que ha albergado otras actividades, como una agencia y un negocio de recuerdos, para convertirse en restaurante, un hotel de tamaño mediano y apartamentos turísticos.
Algo parecido ha ocurrido con lo que fue uno de los restaurantes más poulares de Salamanca, el 'Poney Pisador', en la plaza de San Juan Bautista. El edificio que lo albergó durante años ha sido demolido por completo en su interior, algo permitido a pesar de estar en el catálogo de edificios protegidos, pero con un nivel bajo.
También fue muy conocido el bar La Rayuela, en la misma Rúa Mayor, que ahora tiene su continuación en Londres con un negocio del mismo nombre. En el edificio se han estado construyendo apartamentos turísticos, conservando la fachada, tras aprobarse un proyecto para la conversión. No va a quedar nada de su recuerdo, salvo la fachada, fechada en comienzos del siglo XX con lo que se conservará un edificio que caracteriza la Rúa Mayor y que, al menos, dejará de ser un solar vacío.
Un edificio art-deco que era una residencia (y albergó la librería Cervantes), una construcción racionalista, otras dos en el entorno de Pozo Amarillo, una fachada de arquitecto renombrado en el entorno de la Gran Vía... los edificios protegidos que se pasan al turismo en Salamanca son multitud y también contribuyen a la pérdida de originalidad.
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