Vuelta a las aulas con obras en Salamanca: maquinaria y calles cortadas para llegar al colegio

Sólo una de las obras en nueve entornos escolares de Salamanca estará lista antes de que el día 6 de septiembre empiece el nuevo curso, mientras otras se desarrollarán mientras padres y alumnos regresan a las aulas y también las habrá que tengan que esperar. Esta es la situación de las obras de mejora de accesibilidad que están previstas en varios barrios y que afectan a colegios, algunas de larga duración, y que persiguen mejorar los entornos escolares, pero que de momento requerirán de paciencia.

5 millones de euros va a costar mejorar los entornos de numerosos centros educativos de Salamanca. Se ampliarán aceras y se reducirá la presencia de coches, aunque no habrá peatonalizaciones totales, pero sí se ganará espacio para los viandantes y se le quitará a los vehículos; de paso, se limitará a 20 km/h la velocidad en más calles. Es la apuesta por la accesibilidad, pero para verlo habrá que esperar, al menos, hasta la próxima primavera, lo que significa que el curso empieza conviviendo con vallas, máquinas y zanjas.

El proyecto se anunció en septiembre de 2023 con la finalidad de peatonalizar 41 calles del entorno de quince centros escolares, entre colegios y guarderías. En abril de 2024 estaban adjudicados todos los contratos con el objetivo de que empezaran las obras y, al menos algunos, estuvieran listos para este curso. En verano ya había algunas obras en marcha, de hecho, algunas están en plena ejecución.

La actuación prevista afecta a algunas calles conflictivas para el acceso escolar donde se han producido problemas por la proximidad de coches con las puertas de colegios, institutos y guarderías. La apuesta era alejar los vehículos y mejorar las condiciones para los peatones y escolares en estas zonas próximas.

Padre Astete en María Auxiliadora, el entorno de calle Moreras en Garrido, el entorno de los colegios en Carmelitas o el Sagrado Corazón en el Rollo han tenido esos problemas de atascos y aparcamientos.

Trazando un perímetro a partir de las calles afectadas en cada zona, que se pueden consultar en esta información, se aprecia la creación de nuevas áreas que se presuponen libres de coches (o con menos presencia de vehículos) a partir del nuevo curso escolar y que incorporarán elementos peatonales como más bancos y zonas verdes.

Estas nuevas áreas trazan las primeras zonas que podrían asimilarse al concepto de 'supermanzanas' urbanas, peatonales y despejadas de coches, pero eso tendrá que esperar: lo que se van a encontrar las familias esta semana no mejora la situación y habrá que esperar unos meses en la mayoría de los casos.

En estos momentos, están en obras varias de las nueve zonas de actuación previstas y 41 calles afectadas. Según fuentes municipales, sólo las de la zona de Delicias estarán terminadas a tiempo; a día de hoy, muchas de las afectadas están llenas de material y sin terminar, y cortadas al tráfico. Habrá que tomar medidas para el aumento de afluencia que van a sufrir los entornos escolares este viernes con la vuelta de los primeros alumnos a los centros.

En Vidal, las obras tenían que durar nueve meses ya que era el montante más caro, un millón de euros, para actuar en seis calles cercanas a dos colegios en las que todavía siguen las obras. Se estás rematando jardines y aceras, pero no están terminadas y este jueves calles afectadas estaban cortadas al tráfico.

Las de Labradores mantienen cortadas calles desde el día 26 de septiembre y durante mes y medio. Los vehículos no podrán circular por la calle Primero de Mayo en dirección hacia la avenida de Portugal; tampoco podrán hacerlo por las calles Don Bosco y Juan de la Encina, excepto aquellos vehículos que accedan a los garajes.

En el entorno del colegio María Auxiliadora también se van a encontrar obras cuando regresen, especialmente en las calles laterales al acceso trasero del colegio, que son las que usan los padres para estacionar en las horas de inicio y final de las actividades escolares.

Cuando se planteó, el objetivo era convertir en peatonales 41 calles, en un plazo de tres a nueve meses, lo que daba alguna opción de que estuvieran a tiempo para el inicio del nuevo curso, al menos, en algunos casos. No será así porque se han iniciado recientemente en los casos donde ya hay obras. El presupuesto final es de 5,2 millones de euros, y un precio final de adjudicación inferior.

Las calles afectadas se convertirán en plataforma única, con aceras más amplias, renovación del alumbrado público, canalizaciones y redes eléctricas y de telecomunicaciones. Se reducirá aparcamiento, eliminando el estacionamiento en uno de los lados de las calles, dejando espacio para aceras más grandes; para compensarlo, se habilitarán 515 plazas de aparcamiento disuasorio en Chinchibarra y Prosperidad.

El objetivo es alejar los coches de las zonas escolares y frenar la costumbre de dejar a los niños 'a la puerta', una práctica que genera problemas de circulación e inseguridad, a pesar de lo cual se tolera la célebre doble fila escolar. Se redondea la actuación con nuevo mobiliario urbano (42 nuevos bancos y 61 papeleras) y la plantación de nueva vegetación (200 árboles y 1.057 arbustos) para extender la infraestructura verde en los barrios de la ciudad.

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