Las altas temperaturas y las lluvias a destiempo alteran la apicultura en Salamanca
Las abejas son animales muy sensibles a los cambios estacionales y a la meteorología que, al tener episodios extremos, trastoca el trabajo de estos animales
Tres componentes dejan la producción de la miel en un limbo: altas temperaturas, la sequía y las fuertes precipitaciones. Tres factores que, tal y como indica la tendencia, cada vez van a ser más comunes y los fenómenos que antes eran extraordinarios están un paso de volverse cotidianos. Esta climatología extrema no sólo perturba a las personas sino también a los cultivos, a los animales y por supuesto a las abejas, una especia tan dependiente de las estaciones y de la meteorología. «Es un animal muy sensible y las alteraciones le afectan mucho», comenta Ángela Hernández, apicultora de Salamanca.
Las altas temperaturas en épocas poco habituales trastocan el trabajo de las abejas que lo confunden con otra temporada estival. «Cuando hace mucho calor en meses que no debería hacerlo, las abejas pueden buscar otro lugar y emigrar», añade la apicultora. Precisamente este año, Salamanca alcanzaba en el mes de abril los 30 grados, una temperatura excesivamente alta para lo que corresponde a la primavera. Aunque no tendría por qué variar su calidad en cuanto a sabor y nutrientes se refiere, sí que podría verse afectada la producción y tomar una diferente textura como consecuencia de estos fenómenos.
Igualmente, las lluvias 'desordenadas' de este año también han alterado el trabajo de las abejas. Después de unos meses muy secos donde precisamente tenían que abundar las precipitaciones, llegó un junio más lluvioso que confundió a estos animales. «Este año la lluvia ha estado mal repartida y las abejas han interpretado que había varias floraciones», comenta. Así, al asociar las lluvias a la primavera «han vuelto a hacer el mismo proceso de nuevo», añade.
Las precipitaciones a destiempo perjudican tanto como la ausencia de las mismas. La sequía también es otro de los problemas a los que se enfrentan los apiculotres porque necesitan el agua para poder llevar a cabo la ventilación de la colmena e hidratarse. «Ante la sequía, el apicultor debe saber que la abeja tiene que tener agua y si no tiene una fuente cercana debe facilitársela», asegura. Precisamente el apicultor es el que mejor conoce las colmenas y «hay que saber intuírles y conocer cuál es su manera de trabajar para adaptar el manejo de la colmena a las inclemencias meteorológicas».
Tener una abeja es tener vida
Como experta en la materia, Ángela recalca la importancia de cuidar y saber tratar a las abejas. «Hay personas que se encuentran un enjambre y utilizan un insecticida, eso no es la solución», asegura. En esta época es común encontrarse colmenas en algunos espacios no preparados y la actuación de la población es importante. «Siempre habrá un apicultor que pueda retirar las abejas sin dañarlas», indica. No sólo está en juego la supervivencia del animal sino también de la propia persona que intenta deshacerse de ellas sin tener los conocimientos necesarios. «Una abeja mata. No es un toro, pero no sabes si puedes tener alguna alergia y puede matarte», asegura.
Cómo reaccionar ante una picadura de abeja o avispa
1
Intentar extraer el aguijón raspando con mucha precaución la zona para evitar introducir más veneno en el cuerpo
2
Aplicar un antiséptico para evitar posibles infecciones
3
A continuación, aplicar frío con un trapo limpio, nunca barro u otra sustancia
Cómo reaccionar ante una picadura de abeja o avispa
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Intentar extraer el aguijón raspando con mucha precaución la zona para evitar introducir más veneno en el cuerpo
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Aplicar un antiséptico para evitar posibles infecciones
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A continuación, aplicar frío con un trapo limpio, nunca barro u otra sustancia
Cómo reaccionar ante una picadura de abeja o avispa
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Intentar extraer el aguijón raspando con mucha precaución la zona para evitar introducir más veneno en el cuerpo
Aplicar un antiséptico para evitar posibles infecciones
A continuación, aplicar frío con un trapo limpio, nunca barro u otra sustancia
Cómo reaccionar ante una picadura de abeja o avispa
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Intentar extraer el aguijón raspando con mucha precaución la zona para evitar introducir más veneno en el cuerpo
Aplicar un antiséptico para evitar posibles infecciones
A continuación, aplicar frío con un trapo limpio, nunca barro u otra sustancia
Conocer el peligro puede ser un primer paso para saber cómo actuar, pero también ser consciente de la importancia que tienen las abejas en el ecosistema. «Gracias a la abeja podemos comer los seres humanos, hay que cuidarlas», puntualiza la apicultora. «Tener una abeja siempre es tener vida», concluye.
La importancia de las abejas en la biodiversidad
EL Ministerio de Medio Ambiente y las reservas de la bioesfera españolas han llevado a cabo un estudio sobre la influencia del cambio climático en la apicultura ante la previsión de que a medio y largo plazo las características climatológicas alteren la conservación de la biodiversidad. Así, consideran que los días calurosos con baja radiación solar afectan de forma negativa a las abejas. Igualmente, las lluvias fuertes en primavera, los días nublados y los fuertes vientos perjudican su labor.
