El contrato de un millón de euros para averías en la línea de tren de Salamanca que está sin terminar

La estatal Adif destinará cerca de un milón de euros este año al contrato de mantenimiento de la electrificación de la línea de Fuentes de Oñoro, una obra que está sin concluir en Salamanca por la demora en actuaciones todavía pendientes para adaptar las catenarias al paso por el municipio. El contrato para prevenir averías, el mantenimiento y otras operaciones como la conexión con la red portuguesa es el último de los pendientes en la gran inversión ferroviaria de los últimos años en la provincia y se ejecutará durante los tres próximos años, al tiempo que se finaliza la instalación propiamente dicha.

El contrato se ha adjudicado este día 6 de mayo después de siete meses de tramitación, los que han pasado desde que se anunció la licitación el día 2 de octubre de 2024 hasta la publicación del documento contractual este martes; la empresa adjudicataria ya había sido seleccionada e informada el día 7 de abril un mes después la concesón ya es firme.

Este es el último contrato relacionado con la electrificación ferroviaria del tramo Salamanca-Fuentes de Oñoro que se va a firmar, aunque no el último que se ejecute. De hecho, ya para este año tiene consignada una cantidad importante para hacerlo realidad a pesar de que la obra no está concluida. Sin embargo, ya hay tarea relativa al mantenimiento preventivo y posibles reparaciones, ya que buena parte del tramo cuenta ya con catenarias, cables e instalación.

Según el contrato, el contrato se ejecutará durante tres ejercicios a partir de este 2025 con una consignación anual presupuestaria. El montante total es de casi 3 millones de euros y para este está prevista una cantidad de un millón de euros para cumplir; en 2026, ya con la conexión supuestamente en funcionamiento, serán 1,7 millones y terminará en 2027 con 700.000 euros. Como la línea seguirá en uso, se supone que será necesario adjudicar esos trabajos de nuevo.

Con todo, se va a empezar a trabajar en el mantenimiento de la línea y su instalación electrificada antes de que entre en servicio. La electrificación de todo el trayecto está pendiente por las obras a su paso por el municipio de Salamanca donde se ha reconstruido el apeadero de La Alamedilla, se está ejecutando un nuevo puente en Cordel de Merinas, en el barrio de Chamberí; y está pendiente una compleja obra para hacer la adaptación en el viaducto bajo la avenida Saavedra y Fajardo.

Esta obra está pendiente y no empezará hasta que se termine en Chamberí, porque es previsible que genere importantes trastornos de tráfico en los barrios del Zurguén y San José, en la salida hacia los polígonos y el acceso a la autovía de Cáceres. El Ayuntamiento está esperando que Adif informe sobre su plan de actuaciones y fechas para esta importante obra.

La adjudicación incluye el mantenimiento de la línea y 'enchufarla' a la red portuguesa en la que los avances son imparables. El contrato tiene como objeto global asegurar el buen funcionamiento de la nueva instalación eléctrica que permitirá a los trenes una velocidad hasta los 200 km/h y la circulación de convoys de mercancías de hasta 750 metros. Parte de estos trabajos fueron adjudicados en un contrato específico hace unas semanas.

Además del mantenimiento de catenaria, cables e instalaciones de seguridad, el contrato incluye una tarea muy concreta: la conexión fronteriza donde se unen las líneas de España y Portugal. La Salamanca-Fuentes de Oñoro, conocida como línea 120, tiene su continuidad en el lado portugués con la línea de la Beira Alta, que está siendo electrificada; em el lado español ya está conectado el control de la línea hasta Tejares.

Estando ambas líneas electrificadas y en ancho ibérico, el objetivo es conectarlas para dar continuidad a la circulación, el motivo por el que ambas actuaciones recibieron fondos europeos. La frontera ferroviaria está establecida en el Km 124,235 de la Línea 120 Medina del campo-Fuentes de Oñoro.

Para que los trenes puedan circular con continuidad hay que 'enchufar' ambos lados para lo cual Adif e IP, la empresa portuguesa, tienen que firmar un acuerdo que no estaría todavía hecho y, lo que es más importante, ejectuar físicamente la conexión y ponerse de acuerdo para las tareas de mantenimiento preventivo y correctivo, así como relaciones de circulación de trenes, establecidos una serie de protocolos de actuación y consignas reguladoras de la actividad en la frontera ferroviaria.

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