Los trenes de Portugal que vuelven a tocar Salamanca para un viaje imposible hacia Lisboa

Los trenes portugueses han vuelto este lunes a la frontera con Salamanca en un primer paso de lo que, en un futuro, deberá ser la conexión directa y sin interrupciones entre Aveiro y la capital salmantina por tren. Hasta que eso llegue, de momento Portugal ha recuperado el servicio del último tramo de la línea de la Beira Alta y, de paso, ha cumplido con la primera previsión que tiene de reapertura de toda la línea mientras en el lado español habrá que esperar.

Los trenes regionales han vuelto a circular este lunes entre Celorico da Beira y Vilar Formoso, a escasos metros de la frontera hispanolusa en la provincia de Salamanca. Tal y como estaba previsto por Conboios de Portugal, la Renfe lusa, el primer tren partió de Vilar Formoso a las 5.50 horas, con paso por Guarda y llegada a Celorico a las 6.55 horas; en sentido opuesto, partía a las 13.10 para llegada a Vilar Formoso a las 13.50, hora a la que ha llegado a esta estación fronteriza. La distancia correspondiente desde esta estación hasta la línea que la separa de la provincia de Salamanca es de 267 metros.

Los trenes circulan por esta línea después de más de 30 meses de obras y casi dos años completos de retraso sobre los plazos previstos. Aunque en el tramo Guarda-Vilar Formoso podían haber circulado antes, la compañía lusa optó por mantener el servicio de autobúses que se ha mantenido todo este tiempo para cubrir el trayecto.

Este es el primer tramo que se reabre al tráfico y, tras varios intentos, Portugal ha cumplido con la última fecha anunciada. Ya se dijo que estaría en servicio en noviembre y la semana pasada se concretaron la fecha y los horarios. De momento, lo hace con dos trenes regionales que paran en todas las estaciones y apeaderos y habrá que esperar a los servicios intercidades para más adelante.

El tramo abierto entre Celorico da Beira y Guarda (38 kilómetros) es uno de los cinco en los que se dividió todo el recorrido de la línea para su modernización. Lo siguiete será llevar las mejoras hasta Coimbra. La fecha para abrir todo el corredor está fijada para el primer trimestre de 2025, según anunció el presidente de IP, Miguel Cruz, en una comparecencia en la Assembleia da República.

De momento, la reapertura de este último tramo hasta la frontera y la llegada de los trenes a un paso de Salamanca supone recuperar la posibilidad de viajar parcialmente en tren hasta Lisboa. Según el cuadro de horarios previsto por CP e Infraestruturas de Portugal, el tren que sale de Vilar Formoso a las 5.50 de la mañana llega a Celorico a las 6.55 horas y a las 7.05 se puede tomar un autobús que hace el servicio sustituyendo a los trenes para llegar hasta Coimbra a las 9.10 de la mañana.

Desde la ciudad universitaria se puede tomar un tren Intercidades que nos llevará hasta la estación Santa Apolonia de Lisboa, donde llega a las 11.30 horas después de 5 horas y 40 minutos de un viaje interminable. Así, la frontera salmantina vuelve a estar conectada con la capital portuguesa por tren, pero está muy lejos de lo que tenían los usuarios hasta que se eliminó el nocturno Madrid-Salamanca-Lisboa y de lo que quieren los ayuntamientos que se consiga ahora.

No será hasta que se reabran todos los tramos del lado portugués cuando se pueda hacer todo el trayecto en tren, algo por ahora imposible. Para ello, se tienen que terminar primero las obras y reabrir al tráfico ferroviario. Y habrá que ver si, para entonces, también han terminado las obras en el lado español.

Según ADIF, la electrificación está terminada desde Fuentes de Oñoro a la estación de Tejares, ya en el municipio de Salamanca, incluyendo la conexión a los sistema de comando y energía. Es a su paso por la capital donde se han presentado más problemas.

Desde hace años se intenta terminar las obras de adaptación de gálibos, para acomodar la línea a la altura de las catenarias y cables que le dan tensión eléctrica. Estas infraestructuras aéreas han obligado a revisar las alturas libres en varios pasos elevados sobre la vía del tren que atraviesan Salamanca, porque en algunos casos no daban la altura necesaria.

Por este motivo se demolió hace cuatro años el apeadero de La Alamedilla para, sobre el papel, adaptarlo. La obra iba a llevar cuatro meses desde agosto de 2020, pero se ha eternizado. Esas obras obligaron a cambiar los proyectos, con importante controversia entre Adif y el Ayuntamiento por la tardanza y los cambios. Ahora, al fin, se han empezado a ejecutar las obras en el apeadero y en las pasarelas y puentes sobre las vías tras volver a adjudicarlas con un sustancioso aumento de presupuesto y 12 meses de plazo de ejecución.

La obra llevará todavía un año y, cuando acabe, la línea estará lista para empezar a funcionar. Antes, tendrá que pasar las preceptivas pruebas de circulación y habrá que conectarla con la línea portuguesa en la frontera para que haya una continuidad. Trámites que todavía llevarán tiempo porque para la parte eléctrica todavía no hay empresa concesionaria.

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