Corchado debuta como rector en un Claustro que juzgará la investigación por sus autocitas

El rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, se estrena este jueves en el Claustro en su primera sesión ante el máximo órgano de gobierno del estudio salmantino desde que ocupa el cargo, una primera comparecencia que todavía arrastra los ecos de la investigación por prácticas éticas inadecuadas de las que se le ha acusado en los últimos meses y que han acompañado hasta ahora su mandato. Un asunto al que tendrá que efrentarse también en esta convocatoria, termómetro del juicio que haga la comunidad universitaria sobre todo lo ocurrido.

La sesión, prevista para las 9.30 horas en el Paraninfo, incluye en su orden del día el punto 'Informe de actuaciones llevadas a cabo en respuesta al Informe del Comité Español de Ética en la Investigación, de fecha 11 de junio de 2024'. Este es el momento el que se dará cuenta de las conclusiones del informe interno que la propia Usal encargó tras el escándalo por las práctica en materia de ética del propio rector y que han alcanzado también a su núcleo en el grupo de investigación Bisite.

Aquel informe, encargado al catedrático Salvador Rus Rufino, fue la respuesta oficial a un dossier que acusaba a su propio rector de dudosas prácticas científicas. El documento fue elaborado y publicado por el Comité Español de Ética en la Investigación por encargo del Ministerio de Ciencia, que el día 3 de mayo, para investigar las «prácticas científicas» de Corchado. Aquella decisión fue el detonante que ha acompañado al rector todos y cada uno de los días de su mandato porque el mandato se hizo cuatro días antes de las elecciones.

Anterior a aquellos días, pero también en una fecha señalada, fue el último claustro de la Usal. El 5 de marzo de 2024 se celebraba el último con Ricardo Rivero como rector, que dos días después anunciaba de manera sorpresiva su renuncia y la convocatoria de elecciones. Dos días antes, Corchado había tomado posiciones en el claustro en el que obtuvo una aparente mayoría de control.

Ahora, ese claustro toma la temperatura a la comunidad universitaria tras meses de informaciones, informes, contrainformes y conclusiones sobre los modus operandi de Corchado en su faceta como investigador, que hay que recordar que provocó una catarata de reprobaciones por parte de sociedades científicas y organismos y que llevó a la propia conferencia de Rectores de España a ofrecerse para esclarecer lo que ocurría.

Tras las rebelaciones periodísticas, se conoció el encargo del Ministerio al comité estatal de ética y la petición de este a la institución para investigar la situación; la propia Usal encargó a Salvador Rus un informe de una comisión independiente que concluyó que «los niveles de autocitación de Corchado son adecuados». Se cuantificaron en 1.598 las autocitas, sobre las 12.323 veces en 7.945 documentos que aparecía. En el mismo informe se da noticia de la petición para borrar 192 documentos suyos del repositorio Gredos, dependiente de la Usal.

Corchado sacaba adelante la aprobación del informe apoyándose en su mayoría en el consejo de Gobierno y daba 'carpetazo' al asunto. Sin embargo, el Comité de Ética, que había pedido a la Usal que moviera ficha e hiciera una investigación, se mostró disconforme con el resultado. Y daba su versión de los hechos.

En un informe demoledor, acusaba abiertamente al rector de haber creado «un entramado editorial» para hacer «resplandecer» su currículo investigador, para lo cual hizo uso de prácticas «abiertamente fraudulentas» que se originaron en «una fábrica de publicaciones y citas» de sus propios trabajos y los de su grupo de investigación.

El documento, encargado por el comité a dos expertos bibliométricos, aseguraba que el impacto científico de Corchado y su grupo más próximo está «sobreestimado» y que con «datos adulterados» comenzaron a ocupar posiciones destacadas. Lo firmaban Alberto Martín y Emilio Delgado y es una versión revisada y actualizada del informe solicitado por el Comité Español de Ética de la Investigación.

Corchado se defendió denunciando una «persecución» y «venganzas personales» que tenía como objetivo que dejara de ser rector y alegando que ninguna de sus actuaciones se podía considerar delictiva. En una rueda de prensa de urgencia, aseguraba que las informaciones sobre su currículo son interesadas y tiene como objetivo hacerle dimitir, para lo que ha pedido «que pierdan la esperanza».

Añadió que estas «constantes manipulaciones de la información publicada» fueron impulsadas por «venganzas personales y ambiciones desmedidas» que se inician desde que anuncia que quiere ser rector. Y aunque admite que han detectado errores en algunas publicaciones y han estado trabajando para corregirlas, la editorial Springer había decidido eliminar trabajos de los últimos diez años «sin darnos opción» de sustituirlos por los que tenía que haber sido.

En efecto, este ha sido por ahora el último capítulo de la polémica, la retratactación de varias decenas de artículos de Corchado y su grupo de investigación más próximo que han sido retirados por la principal editorial de Ciencia en un hecho sin precedentes. El colofón, por ahora, de una historia de sospechas, miles de citas, gruesas acusaciones

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